México, Estados Unidos y el narco

México, Estados Unidos y el narco07-Ene-2009Reforma divulgó ayer resultados del National Drug Threat Summary publicado cada año por el National Drug Intelligence Center del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Aunque dicho informe echó porras al gobierno de Calderón -como lo hacía antes con Fox y Zedillo- sobre decomisos, el precio de la cocaína y metanfetaminas; la reducción de la entrada de estas drogas desde México (aunque consigna el aumento de la heroína); el documento incluye una oración alarmante.De acuerdo con el informe, "Las DTO (Organizaciones de Tráfico de Drogas) mexicanas representan el reto de crimen organizado más grande para E.E.U.U. La influencia de las DTO de México sobre el tráfico interno de drogas no tiene parangón. Las estimaciones del sector de inteligencia señalan que la mayoría de la cocaína disponible es traída por las DTO mexicanas. Estas mismas controlan la distribución de drogas en la mayoría de las ciudades en E.E.U.U. y han aumentado su fuerza en mercados que aun no controlan".Nunca el gobierno de Estados Unidos había pronunciado un juicio de esta naturaleza; siempre eran los cárteles colombianos, rusos, irlandeses e italianos quienes representaban la mayor amenaza para Estados Unidos. Esto no significa, necesariamente, que el juicio sea cierto, ni que no existan motivos no estrictamente vinculados al análisis policiaco. Implica, sin embargo, un nivel de preocupación por parte del gobierno norteamericano en relación con la situación imperante en nuestro país antes desconocida. Si colocamos estas afirmaciones en el contexto mediático generado en las últimas semanas por Forbes, CNN, el NYT y lo que viene en Sixty Minutes de CBS, podemos concluir que empieza a producirse una histeria en Estados Unidos, con o sin razón, a propósito del narco en México, que no habíamos presenciado desde la detención de Gutiérrez Rebollo en 1997, o la muerte de Camarena en 1985.Son tres los motivos aparentes de la preocupación: primero, el papel de los cárteles mexicanos en la introducción de droga; segundo, su papel en la distribución y venta en Estados Unidos; tercero, el peligro de daños colaterales por los narcos mexicanos a personas o bienes de EU en ambos lados de la frontera (secuestros, ejecuciones, atentados).Ahora bien, ¿cuál podría ser un motivo adicional del gobierno estadounidense para inquietarse tanto por los acontecimientos en México? Si nos atenemos al breve memorándum que dirigió el general en retiro Barry R. McCaffrey, zar antidrogas con Clinton, ex jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y buen amigo de México, al regreso de un seminario sobre el tema (no privado porque media humanidad ya lo sabe), celebrado en el Distrito Federal el 6 y 7 de diciembre, y dirigido a West Point, el motivo podría ser el siguiente.McCaffrey resume la situación que impera en México, la magnitud para Estados Unidos del tráfico de drogas, del crimen y de la corrupción, el estado de las fuerzas de seguridad mexicanas, y una estrategia para el futuro. Expone claramente sus fuentes, que son, sobre todo, los participantes en el seminario, como Genaro García Luna, quien lo presidió, Juan Rebolledo, ocho ex funcionarios estadounidenses de nivel medio de seguridad e inteligencia y del Departamento de Estado, un ex policía colombiano, tres funcionarios canadienses, un ex funcionario inglés, un español, un hindú y un alemán. Aunque hay omisiones enigmáticas, hasta donde se sabe Medina Mora también participó.La tesis de McCaffrey, que es la conclusión de la conferencia, consiste en decir que a pesar de los heroicos esfuerzos del gobierno del presidente Calderón y de García Luna que "ha puesto en juego su vida", y antes, de los ex presidentes Zedillo y Fox (diplomacia obliga), el narco ha generado una situación de violencia, corrupción, y crimen en México, y no ha podido ser todavía derrotado. Aunque su texto tiene errores factuales, de desconocimiento de México e incluso de las negociaciones entre México y Estados Unidos de los últimos dos años, su conclusión es lapidaria: "Lo que está en juego en México es enorme, no podemos permitirnos el lujo de tener un narco Estado de vecino… El fracaso del sistema político mexicano para controlar la ausencia del Estado de derecho, y la violencia podría resultar en una ola de millones de refugiados cruzando la frontera, para escapar de la miseria, de la violencia, pobreza, hambre, desempleo y la crueldad e injusticia desbrujulada de un Estado criminal… México no enfrenta una criminalidad peligrosa; está luchando por su sobrevivencia contra el narcoterrorismo… Una tragedia terrible va a suceder el decenio que viene si no nos aliamos con el valiente liderazgo mexicano de la administración de Calderón… Ahora que empieza una nueva administración en E.E.U.U. es el momento de que juntos nos comprometamos con una alianza mayor plenamente financiada, como iguales políticos, con el gobierno de México. Debemos hacerlo en formas que sean aceptables para el sistema político mexicano y que tomen en cuenta las sensibilidades mexicanas en torno a la soberanía. El gobierno de E.E.U.U. no puede imponer una solución".McCaffrey y Estados Unidos saben, al igual que los colaboradores de Calderón en materia de seguridad, que México solo no puede. McCaffrey también sabe, junto con el resto del gobierno y de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que el problema no es que los vecinos no quieran ayudar, sino que los mexicanos no queremos que nos ayuden de la única manera en que pueden. Lo que se está gestando en Estados Unidos es un intento de cuadrar el círculo: generar atención e inquietud suficiente allá para que rebote aquí, y que a Calderón ya no le tiemble el pulso para pedir el apoyo estadounidense necesario y posible. ¡En qué lío nos hemos metido!

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