Guerra al narco, error de FCH

“Guerra al narco, error de FCH”Propone restablecer “el pacto tácito” que había con cárteles Francisco Gómez El Universal Viernes 20 de noviembre de 2009 El ex canciller Jorge G. Castañeda calificó a la guerra emprendida contra el narcotráfico en México como un error estratégico y de lectura de la opinión pública del gobierno de Felipe Calderón. Propuso a cambio restablecer el acuerdo tácito o modus vivendi que se tenía con los cárteles de la droga al considerar que con la política de enfrentamiento total a esas organizaciones criminales ni se logró frenar la violencia ni tampoco se modificó el bajo porcentaje de consumo o de impacto de las drogas en el país. Castañeda dijo que la declaración de guerra al narcotráfico en México tuvo la intención de Calderón de legitimar su administración, aunque desde su perspectiva no era necesario. También criticó el papel de los medios de comunicación en lo que él llamó “el desfase” entre el nivel de violencia registrada en el país en 2006 y la percepción ciudadana sobre la inseguridad, al precisar que en aquel momento iba a la baja el registro de homicidios, pero se magnificaron hechos insólitos e inéditos como las decapitaciones en Uruapan. La guerra fallida de Calderón Coautor junto con el ex vocero presidencial Rubén Aguilar del libro El Narco: la guerra fallida, Castañeda dijo que Calderón ganó legalmente las elecciones, y lanzarse a una guerra contra el narco era innecesaria. Pero en México, opinó, hay una tradición de que el Presidente en turno tiene que afirmarse, dar un golpe de mando para ser aceptado como tal y Calderón pensó —“suponemos, porque no nos consta”— que declarar la guerra al narcotráfico iba a ayudarle. El diplomático pronosticó que la actual administración irá en los próximos meses cambiando de estrategia y bajándole el perfil al tema, ya que a los mexicanos les interesa y preocupa más cada día los problemas económicos, desde el empleo hasta el gasto del gobierno. En este contexto, dijo que la postura del gobierno de Barack Obama es ambivalente, ya que por una parte apoya la lucha contra el narco en México y por otra da clara muestras de que en Estados Unidos la tendencia es hacia la descriminalización del consumo y posesión de por lo menos la mariguana y también de la heroína. Un problema paradójico “Hay una situación paradójica. En Los Ángeles hay mil puntos de venta legales y públicos de mariguana, dizque médica, pero en realidad accesible a cualquiera. Hay más dispensarios de mariguana que escuelas públicas; a 150 kilómetros al sur, a partir de Tijuana, mueren centenares cada mes, policías, soldados, sicarios y civiles, en la guerra contra el narco. Es una postura de doble partida del gobierno y creo que a la larga será difícil de sostener para EU”. El ex canciller explicó que “en el libro Rubén y yo tratamos de refutar las razones del gobierno para esta guerra, y que mejor que basarnos en datos de éste”. En el texto, los dos autores sostienen que el consumo de drogas en México no ha tenido aumentos significativos ni alarmantes, que tampoco pasó de país de tránsito a país de trasiego y consumo, además de que tampoco se frenó la violencia sino al contrario, prevalece hoy un clima más hostil que hace tres años; proponen crear la Policía Nacional, el retiro gradual del Ejército, el sellamiento de la frontera sur y del istmo de Tehuantepec, como algunas de las posibles medidas alternas.

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