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El combate de Calderón al narco es una guerra fallida

San Luis Potosí, San Luis Potosí.- El presidente Felipe Calderón tomó la decisión equivocada al inclinarse por una guerra abierta con el narcotráfico que de antemano se sabe que será una guerra fallida.No la va a ganar, y los elementos que se manejan para darle soporte a esa decisión son falsos. Es falso que ahora haya crecido desmesuradamente la drogadicción en México porque según estudios internacionales su nivel de crecimiento es de 0.5 por ciento, cuando en países desarrollados como Francia e Italia registran crecimientos de hasta 5.0 por ciento. Es falso que el número de muertes por el narcotráfico se haya abultado, pues los niveles mundiales colocan a otros países muy por arriba de México, como Brasil, Colombia y otros países de América Latina, como El Salvador, que se lleva el campeonato con 70 por cada 100,000 habitantes, cuando en México ese nivel anda en 12 por 100,000.También es falso que la introducción de armamento de Estados Unidos la motive el narco, y nada podrá hacer que ese país cierre sus fronteras para impedirlo porque por naturaleza es armamentista, y lo dejó claro el presidente Barack Obama en su visita a México.Estas declaraciones las hicieron ayer el doctor Jorge G. Castañeda Gutmann y Rubén Aguilar V., autores del texto "El narco: la guerra fallida", libro que presentaron ayer en esta ciudad.Ambos personajes fueron funcionarios del gobierno de Vicente Fox, Castañeda como secretario de Relaciones Exteriores, y Aguilar como vocero presidencial. Antes de la presentación ofrecieron una conferencia de prensa en el hotel Palacio de San Agustín."No nos chupemos el dedo, afirman, el narcotráfico en México no es nuevo, empezó en los años 40 (cuando Lázaro Cárdenas y Manuel Avila Camacho fueron presidentes).Los seis anteriores presidentes: Fox, Zedillo, Salinas, De la Madrid, López Portillo y Echeverría lo vivieron. Ya entonces encarcelaron a algunos capos como Caro Quintero, Don Neto, el Güero Palma, García Abrego., Y no se afirma que hayan sido cómplices de narcotraficantes, pero hicieron las cosas de otro modo, diferente a como lo está haciendo Calderón."El Calderón por el que yo voté era otro -dice Castañeda–: voté por el Calderón del empleo, el de las manos limpias, pero el de ahora es otro".Su decisión de declarar la guerra al narcotráfico fue una medida política para legitimar su gobierno, y es evidente que la va perdiendo porque así lo demuestra el número de muertos registrados en este sexenio.Y no era necesaria esa legitimación porque ganó las elecciones limpiamente. Pero lo vio de otra manera. DESPENALIZACION DE DROGASLa legalización paulatina de algunas drogas y la creación de una policía nacional única son alternativas que ayudarían a disminuir el índice de violencia en el país que ha alcanzado niveles impensables.Hay que actualizar el modus vivendi del Estado con el narco, ponerlo al día, ya no puede ser como hace 40 años cuando, si bien no hubo pactos ni acuerdos con los gobiernos, sí hubo "entendimientos".Castañeda y Aguilar fueron invitados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y acompañados por el rector Mario García Valdez hicieron un resumen de su hipótesis sobre por qué, desde su perspectiva, el gobierno va perdiendo la guerra, "no es una alternativa completa y armada para que mañana se ponga en práctica", aclararon.Rechazaron las razones del gobierno para sacar al Ejército Mexicano a las calles a combatir a los delincuentes, porque no se ha incrementado el número de adictos, no es alarmante el tráfico de armas y no aumentó la violencia como lo asegura Felipe Calderón, y para demostrarlo hay estadísticas de organismos internacionales.Jorge Castañeda dijo que debe seguirse el ejemplo de Colombia donde los índices delictivos disminuyeron pero en base a medidas como el combate al secuestro, a la guerrilla y a sectores de la delincuencia específicos, "aunque no nos parezcamos a ese país, hay lecciones que se le pueden aprender".Manifestó que debido a que no hay una policía nacional única porque no hay un número suficiente de egresados, además de que no están bien entrenados; de los 20,000 efectivos sólo 18,000 son operativos, el resto son oficiales de oficina o inteligencia; y como no le quedó más remedio el presidente Calderón optó por sacar al Ejército.Propone un proceso de despenalización de drogas como la mariguana y la heroína porque el número de adictos es pequeño y es relativamente fácil tratar usuarios de ambos estupefacientes; también se debe modificar el modus vivendi con el narco, "no nos hagamos de la boca chiquita, ha habido entendimientos –no los llamaría pactos ni negociaciones entre el narco y el Estado– en algunas regiones y coyunturas; no es nuevo, ahora no puede ser como era en el pasado, vivimos en la democracia, es un país sujeto a muchas miradas, pero hay que ponerlo al día".Rubén Aguilar rechazó la teoría de que los pobres colaboren con los narcos, no son los pobres los que trabajan articulados con bandas, "es gente de clase media la que busca dinero fácil. Los narcos no son imbéciles, son negociantes y ese modelo permea en los sectores de la sociedad, sobre todo en jóvenes que quieren una vida fácil".Sobre el hecho de que el sexenio de Vicente Fox haya optado por cerrar los ojos ante el narco en lugar de declararle la guerra, Jorge Castañeda señaló que "había que contenerlo, combatirlo en distintos momentos pero no como punto central de la actividad gubernamental, sino haciendo lo mismo que hicieron Zedillo, Salinas, De la Madrid, López Portillo y Echevería. Eso no quiere decir que los seis eran cómplices, y Calderón tampoco lo es, es obvio, pero él operó a su modo".Puntualizaron que México no tiene futuro por la vía del combate al narco como se está haciendo, pero sí por otras vías que se proponen en su libro presentado ayer en la Caja Real de la Uaslp.PRESENTACION DEL LIBRO"El Narco: La Guerra Fallida", es el título de la más reciente publicación del doctor Jorge Castañeda Gutman, quien invitado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí presentó esta obra ayer en el Centro Universitario Caja Real.La obra fue escrita en coautoría con Rubén Aguilar Valenzuela, quien fuera coordinador general de la secretaría particular de la presidencia de la República durante el sexenio de Vicente Fox.De acuerdo con los autores, en esta publicación se aborda la historia actual del narcotráfico, desde una perspectiva crítica, analizando a la par la estrategia del gobierno federal en torno a la guerra contra el narcotráfico. Coincidieron en que el supuesto incremento de la violencia en el país consecuencia del tráfico de drogas, es un pretexto del gobierno federal en su búsqueda por encontrar sustentos para combatir este fenómeno sin restricciones.El doctor Castañeda, actualmente catedrático en la Universidad de Nueva York, señaló que la obra refleja una alternativa compuesta de cinco puntos concretos para responder a un problema complejo, "un problema que es visto no sólo como un asunto de seguridad pública, sino además considerando sus efectos sociales; es importante romper mitos, explicar e informar acerca de una de las realidades más trascendentales para México".El analista político expresó que hay una gran lección para México, "hoy en día lo que afecta a los mexicanos son los secuestros, los asaltos en la vía pública, en hogares, la violencia, la corrupción, todo esto asociado al narco". "No recuerdo haber votado por un presidente que dijera que el eje central de la primera mitad de su sexenio iba a ser el combate al narcotráfico; yo voté por otro Calderón, el presidente del empleo, el de las manos limpias, y lo que no queremos es que en el año 2012 suceda lo mismo".Por su parte Aguilar Valenzuela señaló que el narcotráfico ha sido una de las cuestiones más cruciales en la historia de México, "el 11 de diciembre de 2006 el Presidente de la República declaró la guerra al narcotráfico argumentando cuatro razones para hacer tal declaratoria, que en México había aumentado de manera considerable el consumo de drogas, cuando en realidad estamos en las encuestas con 0.4 de adicción, muy por debajo de lo que ocurre en países desarrollados"."La segunda razón fue que había aumentado de manera extraordinaria la violencia; la tercera señalaba que la violencia estaba asociada al ingreso de armas de Estados Unidos a México, y la cuarta, que las estructuras del Estado Mexicano a partir de varios años habían sido penetradas de manera excepcional por el crimen organizado y el narcotráfico".Aguilar Valenzuela aseveró que estas razones no responden a una realidad, pues los datos no son tan alarmantes como en otras latitudes del mundo, por lo que aseveró que el combate al narco no sólo es una guerra fallida, "sino fracasada, no tiene camino ni destino".

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