La muerte de Ted Kennedy frenó las reformas

El ex secretario de Relaciones Exteriores habla sobre la actualidad de la política del presidente estadounidense, Barack ObamaGUADALAJARA, JALISCO.- Yo la había escrito en la edición de este mes de la revista “Nexos”: el presidente Barack Obama no puede ser afro y progre a la vez, y ese desgarrador dilema inminentemente provocará decepción entre sus simpatizantes, sobre todo los de izquierda. Ahora el ex canciller mexicano Jorge Castañeda Gutman habla sobre la decisión del flamante Premio Nobel de la Paz de pedir más presupuesto para las guerras en Medio Oriente, y también sobre el recorte al presupuesto que propone para la Iniciativa Mérida, un programa regional firmado con México y Centroamérica para combatir al narcotráfico. — ¿No es una contradicción que el Premio Nobel de la Paz pida más presupuesto para las guerras en Medio Oriente, incluso que su antecesor George W. Bush?— Bueno Obama no se auto otorgó el Premio Nobel de la Paz, se lo otorgó el comité y ellos debieron haber sabido lo que hacían, y si no sabían debieron haberlo pensado. Ahora bien, me parece que él está siendo de algún modo consecuente, a qué me refiero, a que Obama está haciendo más o menos lo que dijo, es decir, está buscando y creo que va a cumplir con el retiro de las tropas de Iraq para agosto y está profundizando la guerra en Afganistán, que es lo que dijo que iba a hacer, en toda su campaña puso el énfasis en la guerra de Afganistán, se puede estar de acuerdo con esto o no, pero fue lo que siempre planteó durante su campaña.En segundo lugar, creo que el deterioro de la situación en Afganistán y en Pakistán no le deja mayores alternativas, el hecho de que Al Qaeda siga buscando cómo realizar atentados sangrientos contra objetivos americanos y europeos, o que el Gobierno de Pakistán no se anime a llevar a cabo un combate frontal contra todos ellos, o que los aliados europeos no quieran asumir su parte de esta guerra no deja otra opción. ¿Qué querían que hiciera Obama? ¿Que se retirara de Afganistán y cediera la plaza a Al Qaeda y al Talibán? o ¿que dejara todo en manos del ejército pakistaní, que está totalmente dividido y buena parte del cual simpatiza con el islam radical, ¿qué tratara de negociar con Bin Laden?— ¿Por qué Obama no puede ser un progre y un afro a la vez, como escribe usted en su artículo de “Nexos”?— No puede porque ya es tan grande el cambio que significa que haya un afroamericano en la presidencia de los Estados Unidos y además no cualquier afroamericano, sino un afroamericano con ese nombre: Hussein, hijo de un padre extranjero, el hecho de que sea un intelectual, una abogado educado en Harvard que para muchos es como una herejía, todo eso representa un cambio tan enorme que si se le suma a que además es un presidente entre comillas de izquierda o progre, pues ya es pedirle demasiado a la sociedad norteamericana. Ahora que si tiene que escoger entre ser afro y ser progre, lo único que puede cambiar es su inclinación política e ideológica, creo que no le va a quedar más remedio que ser un presidente de centro, que va a decepcionar a parte de su base de izquierda, inevitablemente, pero si no lo hace corre el riesgo de perder la elección de 2012.— ¿El recorte al presupuesto de la Iniciativa Mérida, se puede leer como menos compromiso en la lucha conjunta contra el narcotráfico?— Yo creo que hay que verlo de tres maneras distintas, ni la Iniciativa Mérida ni su recorte del presupuesto pintan mucho, es muy poco dinero, muy poco lo que se daba y muy poco lo que se quitó, es decir, estamos hablando en términos macro de recursos muy exiguos. En segundo lugar hay que verlo en el contexto de un enfoque de Estados Unidos para toda América Latina, es decir, el presupuesto de apoyo a América Latina se reduce para todos, no sólo para la Iniciativa Mérida ni sólo para México, no es una reducción que tenga dedicatoria especial. Y en tercer lugar, hay que verlo efectivamente como una señal ambigua, una señal no muy alentadora. Si nosotros estamos poniendo cada vez más muertos Estados Unidos está poniendo menos dinero, y al mismo tiempo está avanzando la legalización (de la mariguana) de facto Estado tras Estado, entonces nos encontramos en una situación bastante absurda donde Felipe Calderón está librando una guerra casi solitaria, una guerra de cruzado a un costo inmenso para el país y su principal aliado le pichicatea los centavos.Estados Unidos parece que no quiere hacerle frente al combate, en Afganistán no sólo no combate el cultivo de la amapola, sino que las tropas estadounidenses en Afganistán tienen un evidente pacto tácito o explícito con los cultivadores y los gomeros que hacen de Afganistán el primer productor de heroína en el mundo, entonces no se entiende por qué los americanos pueden pactar en Afganistán y pueden legalizar en California, pero nosotros no podemos legalizar en el Distrito Federal, no se entiende.— ¿Le sorprende que la reforma migratoria pase una vez más a segundo término?— Me decepciona un poco porque yo pensé —como lo había dicho Obama y como lo habían dicho los líderes del Senado y de la Cámara de Representantes— que iba a arrancar en los primeros meses de este año. También es cierto que se ha demorado como la reforma de salud, y se ha demorado por la derrota de los demócratas en Massachussetts que a su vez provino de la muerte del senador Edward (Ted) Kennedy, es decir, es una cadena de acontecimientos que no fácilmente se puede haber imprevisto y no se puede decir que es responsabilidad directa de alguien, si Kennedy viviera tal vez se hubiera aprobado la reforma de salud y de haber aprobado la reforma de salud, según el propio Obama, la siguiente es la migratoria. Sí me decepciona mucho, pero no me sorprende por los acontecimientos que han venido sucediendo a partir de la muerte del senador Kennedy.— ¿Después de la derrota de Massachusetts y de que la reforma de Salud peligra, como lo aceptó el propio Obama, qué tiene que hacer el para enderezar el barco con miras a 2012?— Hay dos tipos de medidas que ya está tomando: una es ser mucho más tajante, más frontal, más combativo en sus apariciones públicas, debe volver a ser el Obama combativo, duro, carismático de la campaña, el que no le tiene miedo al pleito, digamos que se nos mexicanizó durante su primer año, se nos volvió tremendamente reacio al pleito, al conflicto, a la controversia, se estaba volviendo un político mexicano clásico, no se le da ni a él ni a Estados Unidos, creo que ya empezó a rectificar. La segunda —que es la más importante sin duda—, es seguir adelante con su proyecto económico para que se empiece a recuperar la economía americana, la cifra dada a conocer ayer (el viernes pasado) de que bajó el desempleo es muy alentadora para Obama, quizá la mejor noticia que ha recibido en todo su mandato. Si eso sigue un par de meses y empiezan las empresas a contratar gente, empiezan los bancos a prestar dinero, los consumidores a comprar chácharas, en fin, si todo eso empieza a suceder, la propia recuperación económica procedente de su paquete de estímulos le va a generar mucho apoyo, mucha simpatía.Y la tercera es buscar los posibles acuerdos con los republicanos, creo que cada día va a ser más difícil, simplemente porque los republicanos tienen la impresión, no del todo falsa, de que esta oposición total, tajante, intransigente, les ha redituado —como al PRI en México por cierto—, entonces no tendrían muchas razones para cambiar de parecer y de repente empezar a buscar acuerdos comunes, pero quizá deba ser más claro en mostrar cómo son ellos los que no quieren cooperar, en lugar de estar dorándole la píldora a la opinión pública como lo ha hecho.“¿Qué querían que hiciera Obama? ¿Que se retirara de Afganistán y cediera la plaza a Al Qaeda y al Talibán? o ¿que tratara de negociar con Bin Laden?”“Obama se nos mexicanizó durante su primer año, se nos volvió tremendamente reacio al pleito, al conflicto, eso no se le da ni a él ni a los Estados Unidos”

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