Los principales temas que serán tratados la semana que entra en la reunión de Felipe Calderón con Barack Obama son bien conocidos: narco, economía mundial, frontera, seguridad, y tal vez migración. No hay cosas nuevas que decir sobre ellos. Pero hay otros que vale la pena reseñar rápidamente.Primero, el dilema planteado por la posible legalización de la marihuana en California en noviembre de este año. Como es sabido, y así lo he comentado antes, figura en la boleta electoral la legalización plena de la mariguana (no médica): consumo, posesión, transporte, cultivo y compra-venta. La pregunta es si Calderón cuestionará a Obama qué piensa hacer si se aprueba (por ahora las encuestas están 56% a 42% a favor); y si Obama planteará a Calderón: qué hará México en caso de que su principal socio comercial y el estado fronterizo más poblado decida despenalizar la droga, que según americanos y mexicanos genera entre el 60 y 70% de las ganancias de los cárteles mexicanos. Ya Beltrones ha dicho que sería "absurdo" mantener en la ilegalidad la mariguana en México si los californianos actúan de esta manera; y que incluso convendría que el Senado se pronunciara al respecto, llegado el momento. Sin duda habrá presión del PAN para que Calderón exija a Obama que aplique la ley federal en California, aunque se haya legalizado por mandato popular. Tal vez Obama lo haga, tal vez no.Un segundo tema es el voto de sanciones contra Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU, quizá durante junio al terminar la presidencia del Líbano en mayo. Se rumora que EE.UU. tiene ya un proyecto de resolución que presentará al Consejo. El proyecto busca fortalecer y ampliar las sanciones al gobierno iraní por su programa de enriquecimiento de uranio en violación, según los miembros del Consejo que lo aprueben, al derecho internacional y a sus propios compromisos. México es miembro del Consejo, junto con Brasil, y son los dos votos latinoamericanos este año. ¿Qué hará México? ¿Preguntará Obama a Calderón cómo piensa votar: a favor de las sanciones; en contra siguiendo a Brasil y quizás a China; o se abstendrá de acuerdo con la temerosa tradición mexicana?. EE.UU. tiene por lo menos el voto de Inglaterra y Francia asegurado, y probablemente la abstención de Rusia y de China. Sería un verdadero "oso" que Washington no pudiera contar ni siquiera con uno de los votos latinoamericanos; en particular con el de un país por el cual se la ha jugado de manera temeraria en los últimos años en su guerra fallida contra el narco. La otra pregunta pertinente es ¿qué hará Calderón?El tercer tema es el envío, en las próximas semanas, de 3 a 5 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera Sonora – Arizona, solicitados por la gobernadora Brewer y los senadores McCain y Kyle. Se puede pensar que "la luna de miel ha terminado" pues la secretaria de Seguridad Interna, Napolitano, no puede evitar acceder a la demanda de los principales políticos de Arizona que insisten en el envío. No sería la primera vez: el gobernador Richardson de Nuevo Mexico, viejo y gran amigo de México, lo hizo hace poco tiempo; pero ahora, en el ambiente generado por la ley SB1070 de Arizona y por la supuesta férrea alianza entre EE.UU. y México contra el narco, no es fácil explicarle a la opinión pública mexicana las razones de la militarización de esa frontera. ¿Preguntará Calderón a Obama si piensa hacerlo? ¿Preguntará Obama a Calderón cómo lo tomaría México? Habrá oportunidad en las próximas semanas de revisar las preguntas y sus respuestas, así como los resultados del viaje tan demorado y necesario de Calderón a Washington.Por ahora diremos que en este mes de mayo la actual titular de la Cancillería pasa a ser la integrante del Servicio Exterior Mexicano más longeva de la historia moderna en el cargo, con la excepción de Luis Padilla Nervo y Manuel Tello Baurraud. Rebasó en estos días a Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa. Así es la vida. www.jorgecastaneda.org jorgegcastaneda@gmail.com