Carta para Cuba

D. Felipe Pérez Roque.Ex Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Apreciable Felipe: Te recuerdo mucho estos días. Las huelgas de hambre de algunos disidentes cubanos. La intermediación de España y la Iglesia Católica para liberar a unos presos de conciencia. Las damas de blanco rogando libertad. Los nuevos negocios microcapitalistas -"cuentapropistas"- para paliar la terrible estrechez económica de Cuba. ¿Tú? ¿Dónde estarás? ¿Qué harás?Repaso tu gira a México en octubre de 2008. Aparente éxito. Cerrar viejas heridas. Sellar pactos en migración y endeudamiento. Acudiste a Los Pinos a saludar al presidente Calderón. Dijiste "la confrontación quedó atrás", hay "nuevos entendimientos", "hemos vuelto al camino del respeto recíproco". Te veías optimista, alegre. Incluso, en el marco de la campaña presidencial norteamericana, afirmaste tener una "moderada expectativa" de buen entendimiento con el sucesor de Bush.Tu visita a la sede del Comité Nacional del PAN fue criticada y aplaudida. Con vacilaciones y dudas la aceptamos. Nunca un dirigente del Partido Comunista Cubano había pisado ese territorio. Creímos en la senda panista de alternancia de gobierno lenta y gradual. Pensamos copiable el método para Cuba. Tiempo atrás, con Luis Felipe Bravo, recibimos a Oswaldo Payá y el plan de transición desde su Constitución y el voto de todos los cubanos. El famoso Proyecto Varela.Cinco meses después de esa gira a México te destituyeron junto a Carlos Lage. Aunque firmaste una renuncia, Fidel Castro manifestó el motivo verdadero: "el enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos"; fueron apartados por su "ambición" y "papel indigno".Reconozco que yo sí me ilusioné con tu mensaje. Claro que sí. Yo sí vi un ambiente para detonar relaciones duraderas y fructíferas en democracia y libertad. Sí creí en la posibilidad de que la juventud cubana abrazara con más fuerza la "renovación" a la "revolución". Sí me entusiasmó ver a los estudiantes cubanos derribar su muro de Berlín. Por eso impulsamos, aquella vez, tu presencia en el PAN.La nueva bofetada de Fidel Castro tira lo poco construido. Regresó el insulto, la declaración estridente y mal informada (y mira que el embajador mexicano Gabriel Jiménez Remus pone honor y vida en hacer fructífera la relación de nuestros gobiernos). Castro afirmó, sin fundamento, que López Obrador ganó la elección presidencial de 2006. Faltó al respeto a nuestras instituciones. Trajo a cuento un episodio de corrupción lopezobradorista y de injerencia yanqui que México no cree, ni tolera; y acá los seguidores de López Obrador -casi todos fanáticos de Fidel- quieren hacérnoslo tragar como complot. Volvió a abrir la herida cerrada en tu última visita a México.Con la injuria de Fidel, te lo tengo que decir, retrocedimos. Jorge Castañeda tiene razón. Sus juicios son verdad. La vía excesivamente gradual a la libertad está causando mucho dolor a los cubanos. Las cortesías y delicadezas mexicanas -incluidas las del PAN-, con el régimen castrista, no lo han llevado a dar pasos democráticos. Una mano tendida fue despreciada. El poder de los hermanos Castro es abusivo y excluyente. Debemos reprocharlo en público y con fuerza.Esa "diplomacia silenciosa" denunciada por Mario Vargas Llosa, ni da frutos de libertad y regala impunidad a los déspotas. Lo siento, amigo, pero la Cancillería mexicana hizo bien en reclamar elecciones libres y respeto a los derechos humanos.Nuestros gestos de solidaridad y aprecio, despreciados por los Castro, los debemos hacer sentir ahora -más vale tarde que nunca- a los cubanos exiliados, a los disidentes y, sobre todo, a los que padecen en su piel el castrismo. Nuestra actitud frente a Cuba debe ser un homenaje permanente a quienes, como Reinaldo Arenas, murieron soñando libre a su país.¿Y tú? ¿Estás bien? Ojalá. No sabemos de ti. En las dictaduras conocemos el estado de salud del tirano, pero sabemos poco de sus ciudadanos. Un abrazo.PD. No dejes de leer al poeta cubano muerto en México, José María Heredia, amigo del presidente Guadalupe Victoria. Un día escribió: "¡Cuba, al fin te verás libre y pura!".

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