La semana pasada aproveché este espacio para dar dos razones por las cuales valía la pena festejar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. No eran las únicas y no eran perfectas, pero eran razones que en mi opinión podrían, quizás, contrarrestar el clima de pesimismo que impera en el seno de lo que Felipe González (el español, por supuesto) llama la opinión publicada, en contraste con la opinión pública. La razón principal era que México se había convertido ya una sociedad de clase media, apenas y de manera precaria, pero de manera irreversible.Reproduje con mayor o menor precisión mi elocuencia con los mismos argumentos en varios espacios de radio y, a raíz de lo escrito y de mis comentarios, recibí una veintena de mentadas de madre y más rechazos a una afirmación que me parecía relativamente incontrovertible. Escojo cuatro. De un historiador: "no importa que México esté mejor o peor que nunca, lo importante son las oportunidades que se han desperdiciado". Un joven (supongo): "Cómo se atreve usted a decir que estamos mejor que antes si yo no tengo trabajo y mi hermana que trabajaba en Mexicana de Aviación perdió su empleo". Supongo una señora de mediana edad que respondía a mi pregunta ¿qué México añoran los que consideran que éste no sólo no es el mejor momento de México, sino el peor? Y me contestó: "El México cuando no había narcotraficantes". Y un cuarto: "lo que usted evoca o invoca son estadísticas; lo que importa es la realidad".Primero unos datos. En Chile, entre el 2000 y el 2008, el consumo de carne por habitante aumentó 26% y en México 15%. El de Chile se acerca al de los países ricos y el de México todavía está por debajo de ese nivel, pero el incremento en México fue con la misma tendencia que Chile durante estos años. En Chile, entre 1990 y 2008, la pobreza disminuyó de 38.6% a 15.1%, es decir, cayó en 61%; en México bajó de 47.7% a 34.8%, una reducción de más o menos el mismo porcentaje. Sigue habiendo casi tres veces más pobres en México que en Chile, pero la merma en los niveles de pobreza fue aproximadamente la misma. Y por último, el PIB per capita de Chile en el 2009 llegó a 14 mil dólares; el de México a 13 mil 200; más o menos el mismo y, con la revaluación de la moneda y el crecimiento por la recuperación de este año, es probable que al cierre del 2010 nos situemos al mismo nivel de Chile.De toda esta pequeña muestra de datos duros se deriva una impresión de la opinión pública. De acuerdo con la encuestadora IPSOS, que realizó estudios en México y en Chile, 79% de los chilenos están "muy satisfechos" o "satisfechos" con la situación de su país; en México es el 63% de los entrevistados. En otras palabras, los chilenos están más contentos con su situación que los mexicanos, pero no cantamos mal las rancheras: casi dos terceras partes de los habitantes de México están contentos con la situación.Vuelvo a los comentarios recibidos en estos días. Para quien no tiene trabajo y cuya hermana perdió el suyo, lo lamento mucho; y no minimizo las tragedias personales que hayan afectado a decenas de miles de mexicanos el año pasado, pero como observador de la realidad nacional me quedo con las estadísticas nacionales y no con los casos particulares; y las estadísticas citadas son sólo la medición de la realidad, no son otra cosa. Para el distinguido historiador con quien compartí el espacio radiofónico, me permito simplemente repetir que no estaba, ni estoy argumentando si podríamos estar mejor o peor que ahora: me limito a decir que nunca habíamos estado tan bien como ahora; sólo le pediría que si sabe en qué época México estuvo mejor, nos lo dijera. Y por último a la señora que añora la época en que no había narcotráfico ni narcotraficantes en México. O bien, se trata de una señora de mucha mayor edad de la que yo pensaba, o bien vivió una vida enclaustrada y maravillosa. Porque, a mis 57 años, no me tocó vivir un tiempo en el que no había narcotraficantes ni narcotráfico en México. Pero cada quien.www.jorgecastaneda.org; jorgegcastaneda@gmail.com