Lo que empezó como una forma de presión para lograr el voto a favor de la reforma política, se convirtió en un ejercicio de rendición de cuentas horizontal, cibernético y en tiempo real; aglutinado en torno a una frase contundente en si misma: “fuego sobre los diputados”.El fenómeno no fue del todo espontáneo Jorge G Castañeda, Canciller durante los primero tres años del sexenio de Vicente Fox, lo inició desde su cuenta de twitter, como parte de un seguimiento permanente a la iniciativa de reforma política que incluye, entre otras disposiciones, las candidaturas independientes, viejo anhelo ciudadano que destruye el monopolio de los partidos políticos como único medio para desempeñar un cargo de elección popular. La iniciativa contempla la reelección de alcaldes y diputados, la posibilidad de que los ciudadanos promuevan reformas legales, además de disposiciones que dan como resultado la reducción del número de legisladores federales.“Este es el momento decisivo, presión sobre los diputados”, escribió Castañeda en su cuenta de twitter el jueves 28 de abril y repitió ese mensaje como un llamado a sus más de 35 mil 800 seguidores, en esa red social, para que fijaran su atención en los diputados que estaban por votar la reforma política. El llamado tuvo eco, un buen número de personas dirigió mensajes a los legisladores, precisamente antes de que manifestaran su decisión.En un país donde la mayoría de los ciudadanos poco se ocupan de los asuntos de interés público y los diputados difícilmente toman en cuenta el punto de vista de sus representados, la iniciativa de Castañeda y de un grupo importante de ciudadanos, se convirtió en un ejercicio de rendición de cuentas horizontal. La rendición de cuentas es una revisión, una evaluación del trabajo de los servidores públicos, cuando la realizan los propios ciudadanos se puede considerar como horizontal. La auditoría ciudadana no es algo común, mucho menos lo es el hecho de que puedan realizarse en tiempo real, es decir, que en el momento en que el representante popular este por tomar su decisión tenga los ojos de los ciudadanos puestos sobre su trabajo; de ahí el valor del ejercicio. La presión realizada por los ciudadanos, aparentemente no dio resultado, al final la mayoría no votó a favor y la lucha iniciada por Castañeda derivó en la petición de un periodo extraordinario de sesiones para la discusión y aprobación de la reforma política.No obstante, los efectos del seguimiento virtual de los diputados no están definidos aún, en teoría podrían ser negativos para los legisladores ya que les acarrearía votos en contra. De hecho para que se cierre el círculo se requiere que exista una consecuencia, si no hay castigo o premio, la rendición de cuentas horizontal resulta inútil; en este caso para que se de una censura a la conducta de los representantes populares, sería necesario que la memoria de los ciudadanos sobrepase el corto plazo.Lo que deja este ejercicio ciudadano de rendición de cuentas horizontal, es el hecho de que tal vez y solo tal vez, los legisladores se sintieron observados, parece una minucia pero puede ser el principio de una ciudadanía actuante, que participe en la toma de decisiones públicas.