Como México no hay dos

No he leído el nuevo libro del polémico Jorge Castañeda Gutman, pero por los adelantos que sobre esta nueva pieza literaria dan los expertos sobre el tema, puedo decir que hay coincidencia plena en el enfoque que el ex secretario de Relaciones Exteriores del país le da a su contenido, con lo que este columnista aborda en Temas y sucesos.En la presentación de su libro allá en la capital del país, hace unos días, Castañeda subrayó que en el mexicano existe un individualismo exacerbado, una aversión al conflicto y a la competencia, una obsesión por el pasado, un pavor a lo externo y una falta total de respeto a la ley.En estos aspectos debe enfocar su libro el doctor Castañeda, pues el título del mismo, lo dice todo: Mañana o Pasado, el Misterio de los Mexicanos.Aquellos lectores que han sido fieles a este espacio, podrán reconocer que en no pocas ocasiones he abordado esos temas.Siempre he criticado que los mexicanos no sabemos jugar en equipo, que somos individualistas por experiencia.He subrayado que en el ámbito deportivo los mexicanos y las mexicanas sobresalimos en deportes individuales, más que de conjunto.Campeones de boxeo, velocistas, tenistas, clavadistas, marchistas son los que más han destacado en los juegos centroamericanos, panamericanos y olímpicos, por ejemplo.Pero en los deportes de conjunto, sólo hemos ganado una serie mundial, la de las ligas pequeñas en beisbol y la de aquel campeonato del mundial sub 17 que los seleccionados nacionales lograron de la mano de Jesús Chucho Ramírez.De que no nos gusta ser competitivos, hay muchos ejemplos.Hacemos las cosas al ahí se va y no nos interesa la calidad y el prestigio.De que no somos belicosos y que rehuimos el conflicto, la muestra más palpable la dan esos prolongados periodos en que el país se vio inmerso en conflictos armadas: 100 años tuvieron que transcurrir entre la Guerra de Independencia y la Revolución Mexicana.De que nos obsesiona el pasado, he dicho que en nuestras calles, monumentos, museos, escuelas y otros lugares públicos demostramos que vivimos anclados al pasado imponiéndoles los nombres de los llamados héroes como Hidalgo, Morelos, Villa, Zapata y otros.No los dejamos descansar en paz.Hace apenas unos meses los restos de algunos de esos prohombres fueron sacados de las criptas funerarias donde se encuentran para darles una manita de gato y recordarnos a los mexicanos y mexicanas que allí están presentes.Con frecuencia solemos violar nuestras leyes y recurrimos a la clásica mordida para no enfrentar la acción de la justicia.Aquí no respetamos reglas y normatividades legales o cívicas, pero cuando visitamos otros país, como el del norte, andamos derechitos y sin hacer mucho ruido, tratando de evitar ser sancionados por las leyes locales.Y como somos un país conquistado, pues todo lo externo, en efecto, nos produce pavor colectivo.No sé, pero me imagino que sobre todos estos defectos se basa la mayor parte del contenido del libro de Jorge Castañeda.Habrá que leerlo.La lectura es vida, lo demás… es lo de menos…

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