"Los muertos no pueden exigir justicia; es un deber de los vivos hacerlo por ellos". Lois McMaster Bujold No podemos cerrar los ojos a la realidad más dramática de nuestro país. El número de homicidios dolosos casi se triplicó entre 2007 y 2010. En 2010 hubo 24,374 homicidios frente a los 8,867 de 2007. El índice por cada 100 mil habitantes, el cual se utiliza normalmente para hacer comparaciones internacionales, subió de 8 a 22.Estas cifras preliminares del INEGI se basan en información recabada en las actas de defunción de todo el país. Tienen la ventaja sobre las estadísticas de las ejecuciones vinculadas con el crimen organizado que no dependen de decisiones discrecionales para determinar qué muertes incluir y cuáles no. Son cifras, por lo tanto, menos manipulables.México ha pasado de ser un país relativamente seguro, con una cifra de homicidios de nivel medio en el contexto internacional, para convertirse en uno de los 10 países más violentos del mundo. Lo más inquietante es la velocidad con la que ha tenido lugar este deterioro. En tres años ha aumentado más el número de homicidios en México de lo que habría ocurrido en una guerra.A pesar de las afirmaciones de algunos políticos que nos dicen que ya está cayendo el número de homicidios, por lo menos en algunas entidades del país, las cifras del INEGI no lo revelan, por lo menos no hasta el 2010. En Chihuahua, por ejemplo, estado en el que se ubica Ciudad Juárez, urbe en la que las autoridades reportaban una baja en la violencia, el número de homicidios pasó de 518 en 2007 a 3,671 en 2009 y a 4,747 en 2010. Se trata de un aumento de ocho veces. En términos relativos Chihuahua alcanzó en 2010 un impresionante nivel de 139 homicidios por cada 100 mil habitantes. Si fuera un país, el estado de Chihuahua sería el más violento del planeta.En segundo lugar entre las entidades del país por su nivel de homicidios está Sinaloa con 91 por cada 100 mil habitantes. Durango está en tercero con 73 y Nayarit en cuarto con 50. A pesar de que mucho se dice que en Baja California ha habido también una reducción en el número de homicidios, esta tendencia no se ha notado hasta 2010. El total pasó de 369 en 2007 a 1,530 en 2009 y 1,539 en 2010. Los 49 homicidios por 100 mil habitantes colocan a Baja California en quinto lugar del país.Algunas entidades, en cambio, mues- tran cifras realmente muy bajas, comparables con las de los países de Europa. Quizá el caso más notable es Yucatán, que registra apenas 2 homicidios por cada 100 mil habitantes. Chiapas tuvo un descenso radical de 11 en 2009 a sólo 3 en 2010. Hidalgo y Querétaro comparten el tercer lugar en el país con sólo 4 por cada 100 mil habitantes.Para propósitos de comparación, Estados Unidos muestra una tasa de homicidios de 5 por cada 100 mil habitantes. Canadá, Japón y la mayoría de los países de Europa occidental registran cifras inferiores a 2. El país con más homicidios por 100 mil habitantes es Honduras, con 77. La cifra es alta, pero bastante menor a la de Chihuahua.La gran inquietud que surge al examinar las cifras del INEGI es la rapidez del agravamiento del problema. El que en apenas tres años se haya casi triplicado el número de homicidios subraya que algo se está haciendo mal en materia de seguridad. De qué nos sirve que todos los días las autoridades presenten a los grandes capos del narcotráfico que acaban de capturar si los homicidios aumentan a un ritmo tan vertiginoso. No podemos olvidar que la mayor responsabilidad del Estado es defender a los gobernados de la violencia de terceros y en particular de los homicidios.•Peor enemigo"Más de una vez he expresado que nuestro peor enemigo no es el imperialismo ni mucho menos sus asalariados en suelo patrio, sino nuestros propios errores".Las palabras podrían haber motivado en el pasado la expulsión o el encarcelamiento de quien las pronunciara en Cuba. Pero ahora las ha expresado el propio presidente cubano, Raúl Castro.