El escritor mexicano Carlos Fuentes, una de las presencias más esperadas en la 38 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, llegó a la capital argentina con dos nuevas obras bajo el brazo, su habitual pasión por los libros y la convicción de que, en un mundo rápidamente cambiante, "a veces las crisis ayudan a escribir mejor literatura". "Estar en contra es más simpático que estar a favor en la literatura. No hay novelas con gente buena, salvo algunos de Dickens y Don Quijote. Generalmente los malos, los villanos, son los interesantes. Los buenos suelen ser muy aburridos. El mundo, bueno o malo, va a seguir produciendo villanos, y en consecuencia buenos libros", consideró hoy en diálogo con la prensa en Buenos Aires. Fuentes confía enormemente en la potencia de la novela. "Uno ha visto pasar la prensa, la radio, la televisión, el cine, los medios modernos, y la novela pervive. Porque la novela dice lo que no puede decirse de otra manera". "’Crimen y castigo’ era una noticia breve de la prensa, un crimen que pasó, ‘Rojo y negro’ también. Pero si se quedan en la pequeña noticia de la prensa, se olvidan, tenían que tener la recreación de un novelista", analizó el escritor, que lanzará en noviembre próximo "Federico en su balcón", inspirado en el filósofo Friedrich Nietzsche. El gran narrador mexicano, de 83 años, que este año celebra el medio siglo de "Aura" y "La muerte de Artemio Cruz", aseveró que "una vez que uno escribe es como si tuviera un hijo, nace y tiene su vida propia, recorre su camino y uno ni lo vuelve a leer siquiera". La visita de Fuentes, una de las voces más reconocidas de la literatura latinoamericana, coincide con la publicación de su ensayo "La gran novela latinoamericana" y su libro de ficción "Carolina Grau". Respecto de "La gran novela latinoamericana", Fuentes aclaró que "no es una enciclopedia, es un libro personal". "Hablo de lo que he leído. No escribo de lo que no he leído. Sé que hay ausencias", reconoció. Es el caso del chileno Roberto Bolaño: "No lo he leído todavía, espero que se aquieten las aguas un poco para leerlo con tranquilidad". En el ensayo también manifiesta su decisión de no conocer personalmente al argentino Jorge Luis Borges para quedarse con su literatura. "Sé que Borges era una persona difícil, lo evité en México y lo gocé mucho como escritor y ahí termina el asunto", indicó. Fuentes le dedicó un emotivo recuerdo a otro argentino, su amigo Julio Cortázar, cuya obra también desmenuza en su recorrida por la evolución de la novela en Latinoamérica. "Es el hombre más bueno que he conocido. Era un dechado de amistad, de bondad, de furia también contra lo que no le gustaba. Era un amigo incomparable, yo le tengo un cariño inmenso y un respeto como escritor, pero también como ser humano era notable". Y evocó que cuando publicó su primera novela, "La región más transparente", la primera carta que recibió fue del autor de "Rayuela". "Tratándome de usted y haciéndome críticas positivas y adversas, dándome consejos, es una carta que conservo. Yo le debo mucho a Cortázar". Fuentes definió a "Carolina Grau" como "novela-cuento" o "cuento-novela", cuyo factor de unión es la mujer de enorme poder de metamorfosis. Es la protagonista de ocho cuentos en los que a veces aparece como sirvienta de un restaurante, diosa indígena o mujer de ciencia; "va adoptando una serie de transfiguraciones". El escritor de vasta obra, que cosechó numerosos galardones como el Cervantes y el Príncipe de Asturias, reflexionó asimismo sobre el panorama actual de la literatura latinoamericana, luego del "boom" surgido en los ’60 que lo tuvo entre sus grandes exponentes. "Lo que se ha ido extendiendo es la cantidad de escritores que hay en América Latina. El ‘boom’ éramos diez escritores. En la actualidad hay cientos de escritores y la temática es muy diversa". Asimismo manifestó descreer de que haya temas banales: "No hay tema banal si el escritor es bueno". Fuentes desestimó que vuelva a generarse un nuevo "boom". "Ya no puede volver a existir, a menos que se mueran todos y queden seis", bromeó, a la vez que remarcó que el concepto de literatura nacional tiende a desvancerse. Consultado acerca de cuándo fue la última reunión tripartita con Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez -enfrentados desde hace décadas-, reconoció entre risas: "hace muchos años". "Me da mucha pena eso, porque deriva de malos entendidos simplemente", opinó. Fuentes también transmitió una visión optimista de las democracias latinoamericanas: "Hoy la mayoría de los países latinoamericanos podrían calificarse de países democráticos. Y otros están en evolución, pero muchos de esos países hace 20, 30 años, hubieran apelado al golpe de Estado". "Hay una continuidad cultural asombrosa, que no corresponde a la discontinuidad política y económica. El momento en que América Latina una la continuidad cultural a la continuidad política y económica vamos a ser una de las grandes potencias del mundo", advirtió. Fuentes contó que está leyendo "Mañana o pasado" de Jorge Castañeda y "Los living" de Martín Caparrós. También relee anualmente "El Quijote", "para mantener viva la lengua y descubrir que un gran libro siempre se lee por primera vez". Además se refirió al auge que experimenta la lengua de Cervantes: "Hay una inclinación hacia la lengua española muy grande en todo el mundo, ya es la segunda lengua de Occidente". Y añadió: "El español es hablado por 500 millones de personas, es un bloque muy importante". Fuentes pronunciará esta tarde una conferencia magistral en el marco de la multitudinaria feria en el predio de la Rural, que se prolonga hasta el 7 de mayo.