¿Cuántos son 27 mil desaparecidos?

La noche del 18 de septiembre de 2008, José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch llegó al hotel en el que estaba hospedado en Caracas y se encontró con 20 militares venezolanos que lo estaban esperando. En su mayoría estaban armados, lo incomunicaron de inmediato, le arrancaron la pila a su celular y lo condujeron en una camioneta con vidrios polarizados hasta el aeropuerto. De camino, el delegado gubernamental de "derechos humanos" le informó que sería expulsado del país. Ese día por la mañana había enviado un reporte sobre las constantes violaciones a los derechos humanos del gobierno de Hugo Chávez. La semana pasada, en un evento privado de 30 personas que organizó Jorge Castañeda, José Miguel nos presentó el más reciente reporte sobre nuestro país de Human Rights Watch. Esta organización internacional independiente -que no acepta financiamiento de ningún gobierno- tiene presencia en más de 40 países y se encarga de promover el respeto a los derechos humanos, la protección de las personas ante conductas inhumanas en tiempos de guerra y a documentar casos para llevar a los culpables ante la justicia.En el reporte Los desaparecidos de México, el persistente costo de una crisis ignorada, la organización internacional logra documentar la desaparición de 249 personas desde diciembre de 2006. En 149 de esos casos hay clara evidencia de la participación de policías estatales y municipales, policías federales o las fuerzas armadas. Advierte que los casos presentados no son todos los que hubo durante la administración pasada, es sólo una muestra. Ese mismo día el gobierno reconoció que en algún cajón de la PGR o de Gobernación, le dejaron escondida una lista con más de 27 mil desaparecidos.Durante la presentación me llamó la atención la vehemencia con la que Vivanco insistía en que los presentes se dieran cuenta de lo "extraordinario" de la situación. El abogado chileno, autor del reporte, quería asegurarse de que entendiéramos la dimensión del problema; tal vez ya no comprendemos el tamaño de la tragedia que está viviendo nuestro país porque hemos aprendido a convivir con la violencia, en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, durante los últimos seis años. Según la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, durante la dictadura militar de Argentina, de 1976 a 1983, se registraron 7,380 desapariciones forzadas. Hasta 2003, la Secretaría de Derechos humanos de ese país hablaba de 13 mil casos, mientras que las Madres de Plaza de Mayo reportaban más de 30 mil. En el caso de la dictadura militar chilena de Pinochet, de 1973 a 1990, la Comisión de la Verdad y Reconciliación y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura registró más de 28 mil torturados, 2,279 ejecutados y 1,248 desaparecidos.En esos países, como en otros, se sigue buscando a los desaparecidos por parte del Estado. En México apenas se empieza a reconocer que otra de las terribles consecuencias de la guerra contra el narcotráfico de Calderón, además de los 70 mil muertos, son las por lo menos 27 mil personas desaparecidas; sus familias no saben si están vivos o muertos y en prácticamente todos los casos, no hay una mínima acción del gobierno por buscarlos. Inevitablemente, el nuevo gobierno deberá contestar dos preguntas que definirán la justicia en nuestro país: ¿quién es responsable? ¿dónde están?

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