Entrevista a Jorge G Castañeda

Activista de causas nobles, político ambicioso, escritor en ocasiones afortunado y académico jamás dedicado de tiempo completo a la investigación o a las aulas, así se describe Jorge G. Castañeda en "Amarres Perros", su libro autobiográfico en el que da testimonio de la vida política y cultural de México.En entrevista, a propósito de la presentación del libro, el ex canciller y ex candidato presidencial habla de algunos pasajes relevantes de su "larga-corta vida" iniciada el 24 de mayo de 1953."He tenido la fortuna de hacer muchas cosas, tonterías y no tonterías, en relativamente pocos años"."No sólo no me arrepiento de nada sino que, si creyera en Dios, le daría gracias por haberme dado esta vida", apunta.¿Por qué el título "Amarres Perros"?Obviamente es un juego con la película de (Alejandro González) Iñárritu, pero sobre todo porque son "amarres". Yo creo que el meollo del libro y hasta cierto punto de la vida que trato de contar ahí, pues, son estos amarres que hepodido hacer y deshacer alo largo de toda una vida: amarres políticos, intelectuales, personales, amorosos, amistosos, afectivos, de todo tipo.Y "perros", pues, es el juego de palabras, obviamente, pero también porque son perros, son duros, son rudos.El 88Habla del fraude electoral de 1988. Leeré una cita, es la página 269: "El candidato del PRI resolvió que era imperativo rebasar la cifra mágica de la mitad de los votos. Primero pidió un margen de votos más abultado, inaccesible, debido a las limitaciones impuestas por el número de celdas ya llenas. De ahí su 50.48 por ciento de los sufragios emitidos. La cifra, en realidad un rango, inscrita en la celda inferior derecha de la matriz lo daría… Lo demás es historia. La operación fue montada a tiempo para que por lo menos una parte de los números divulgados el 13 de julio concordaran desde el punto de vista matemático, aunque su robustez política dejara mucho que desear". Habla también del enviado de la gente de (Carlos) Salinas y concretamente de (José) Córdoba a entrevistarse con el Premio Nobel de Economía de 84 (Richard Stone).Córdoba no. Córdoba era el que mandó a alguien. Córdoba no fue.A eso me refiero, que Córdoba mandó a alguien de su equipo, por decirlo así, y que habría mandado reunirse con el Premio Nobel de Economía de 84, Richard Stone, para que diseñara un sistema informático, un programa RAS que ayudó a ser ese ajuste de cifras ante lo que finalmente se conoció un supuesto triunfo de Salinas. Cuénteme sobre eso…Bueno, parte de esto yo ya lo había contado en "La Herencia" hace 15 años. Hay varias cosas nuevas, doy más detalle y, sobre todo, lo interesante es que la versión que conté entonces nunca ha sido desmentida en 15 años.Uno de los elementos centrales que es que nadie ha ido al Archivo General de la Nación a hacer la tarea, por algo ha de ser. Ahora hay algunas personas, algunos investigadores mexicanos, pero en Estados Unidos, que están queriendo hacerlo. Ojalá lo puedan lograr, porque todo esto se debe de comprobar con las cifras de los resultados por casillas o por secciones; no se necesita ir a las boletas que ya se quemaron.Hay un resultado del acta que está en el Archivo, hay un resultado que fue el que se cantó en los comités distritales, digamos electrónico. No son el mismo, pero eso, pues, alguien tiene que hacer la tarea. Nadie la ha querido hacer en 26 años.Con todo lo que sabe, en el libro matiza su postura sobre si hubo un fraude…De que hubo, hubo. Lo que yo digo y lo dejo en suspenso en (el libro) "La Herencia", es que no hay manera hoy de saber si el fraude o la manipulación fue lo que hizo la victoria de Salinas, o si, de todas maneras ganó, pero se vieron obligados a hacer todo esto por razones de miedo, de pánico, luego de legitimidad, etcétera, etcétera. Yo no lo sé bien. Y doy los argumentos a favor y en contra y dejo al lector que cada quien juzgue. La relación con Elba En el libro aborda la relación con Elba Esther Gordillo. Y cito: "Nos usamos mutuamente. Fui su consorte y carta de presentación con la intelectualidad del País. Por mi parte ser percibido como uno de sus mejores amigos, no lambiscones, me abría puertas". Así describe la relación con Elba Esther Gordillo. ¿Así fue? Yo creo que así, yo creo que es un resumen bastante certero porque es lo esencial. Además yo creo que a pesar de muchos desencuentros, muchos, hubo, hay un afecto real de su parte y un afecto real de mi parte. PLAN B Al final del libro, habla también de Peña Nieto y de la sorpresa que le causó el que sus propuestas hayan sido retomadas por este Gobierno y que no haya sido invitado a ningún cargo…No digo sorpresa, sino contemplé la posibilidad de qué hacer si hubiera sido propuesto. No lo fue. Entiendo las razones, ahí digo: simplemente, a pesar de todo, no les genero confianza y lo entiendo (…) pero en todo caso, pues, es, como digo: el Plan B salió mejor que el Plan A (…) Y a viajar, cada vez quiero viajar más y visitar lugares que no conozco bien… Y cada vez quiero trabajar menos.

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