Venezuela de botepronto

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Tres reflexiones rápidas sobre las elecciones en Venezuela, antes del anuncio de cualquier resultado oficial, pero ya en plena rumorología; en medio de  interpretaciones del lenguaje corporal de unos y otros, y de conclusiones inevitables, aunque prematuras. No existen mayores fundamentos para creer estas versiones, salvo que parecen ser ciertas.
La participación fue elevada, incluso antes de que el gobierno de Nicolás Maduro, a través del Consejo Nacional Electoral que controla, decidiera mantener abiertas las urnas una hora más de lo previsto. Ese primer dato explica los demás: en este caso, sin la menor duda, una elevada participación favoreció a la oposición antichavista.
En segundo lugar, los datos en la noche parecían arrojar 113 miembros de oposición electos, en una Asamblea de 167 integrantes. En otras palabras, la MUD opositora alcanzaría la llamada supermayoría de dos tercios, que le permitiría elegir integrantes de la Suprema Corte, aprobar cambios constitucionales y casi destituir a Maduro por esta vía. Hay tres reservas al respecto: que los vaticinios, conteos rápidos, encuestas de salida, etcétera, se equivoquen; que acierten, pero que Maduro y Diosdado Cabello logren recuperar/comprar un par de escaños, evitando lo peor; y tercero, como lo ha dicho Moisés Naím, que entre el 7 de diciembre y la fecha en enero cuando toma posesión la nueva Asamblea, el chavismo le arrebate el poder a la misma y lo asigne a otras instancias existentes y por ser creadas.
Tercero: de confirmarse estos datos —y el número exacto de escaños no importa en este siguiente cálculo— la oposición habría obtenido más de 65% del voto, y tal vez hasta 70%. De ser cierto, podría plantearse con gran optimismo convocar en 2016, al cumplir tres años Maduro en el poder un referendo revocatorio, al lograr 20% de las firmas necesarias, y ganarlo. Se antoja excesivo el pronóstico, pero las caras de los militares en la televisión lo insinuaban.
Todo esto lleva a dos conclusiones, una dramática, la otra festiva. De confirmarse estos números, puede caer el gobierno de Maduro ahora, por una conjunción de circunstancias. Improbables, pero no imposibles. Y al término de más de año y medio de cárcel, mi amigo Leopoldo López puede ser liberado. Fantástica noticia, si se da.

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