El PRI y AMLO

Jorge Castañeda

Como dije el lunes, en esta ocasión quisiera rebatir el segundo argumento sensato del PRI-gobierno contra la segunda vuelta. Dicen que en esa segunda vuelta de la elección presidencial de 2018, una buena parte, si no es que la mayoría, de los votantes del PRI en la primera vuelta no se iría con un candidato que no fuera de PRI, PAN, PRD o independiente, sino con López Obrador. Se trata de una hipótesis por definición difícil, si no es que imposible, de refutar, pero sobre la cual disponemos de algunos elementos.

En primer lugar, tenemos la historia. En 2006, al desplomarse la candidatura de Roberto Madrazo por el PRI, de manera inducida o espontánea, la inmensa mayoría de sus votos potenciales y no consumados se volcó sobre Calderón, dándole la victoria. Que si estos fueron por el trabajo de Elba Esther Gordillo y de algunos gobernadores afines a ella; que si fue por la cantidad de dinero que el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (así se llamaba) invirtió en la campaña de “Un peligro para México”; que Fox convenció a los empresarios y a muchos priistas de sacrificar a Madrazo para que no ganara AMLO, es indiferente. Lo importante, desde este punto de vista, es que los votantes priistas sí se inclinaron más por Calderón que por López Obrador.

En 2012 es difícil saber qué hubiera sucedido de no haber llegado Peña Nieto a la segunda vuelta. Sí sabemos que buena parte de los votantes del PAN, es decir, de Josefina Vázquez Mota, sacrificada en el altar del anti-pejismo, al igual que Madrazo en 2006, se fueron con EPN. Con qué tanto entusiasmo, con qué tanta convicción, con qué tanta disciplina, podemos discutirlo ad nauseam. Así fue.

Segunda consideración: en las pocas encuestas que hay de segunda preferencia de voto, todo indica que dicha segunda preferencia de los electores priistas sería Margarita Zavala, no AMLO. En la de Buendía Laredo de El Universal, levantada entre el 24 y 28 de junio, un tercio de los sufragantes priistas manifestaron su segunda preferencia por la candidata del PAN; solo uno de cada 10 lo hizo por Andrés Manuel.

Por último, conviene recordar que una de las grandes virtudes de la segunda vuelta reside en el imperativo casi categórico de una negociación entre ambas votaciones. Esa negociación, entre PRI y PAN, y otros; confirmando la tesis del PRIAN de AMLO; se antoja mucho más factible que entre el PRI y AMLO. Ahora bien, no todos los votantes del PRI en la primera vuelta harían lo que su candidato derrotado, su aparato y su líder nato —o no— les aconsejara. Pero es más probable que de una buena negociación salga una buena disposición a votar por una buena coalición PRIAN, que por AMLO. Este último tiene razón. Hay en efecto un mayor universo de votantes PRIAN que antisistémicos, aunque la distancia entre ambos se va estrechando.

Por todas estas razones, de nuevo, la segunda vuelta le conviene al PRI y a Peña Nieto. Sin hablar del país y de la democracia en México.

1 comentario

  1. Don Jorge Castañeda.

    Como siempre su análisis interesante pero débil, ya que solamente se base en percepciones personales y carece de datos duros que demuestren o soporten lo dicho.

    Por otra parte, creo que en estos momentos los temas de mayor interés para la población por no decir que para todos serian ente otros:

    a) Hasta cuando seguiremos teniendo una Democracia Virtual o Burocratica, es decir cuando dejaran de existir los puestos de representación plurinominal? las encuestas y los foros que se hacen demuestran que la población ya no quiere esos puestos de representación en los congresos nacionales, estatales y municipales, ” Es como si en las olimpiadas de Rio de Janeiro exigiéramos una medalla por el solo hecho de que fuimos una delegación de 224 atletas y si no nos toca medalla no son olimpiadas” yo creo que si usted dedica su talento y todo lo que usted hace y que esta super bien hecho lo orientara en esta lucha, lograría mucho mas de que si fuera Presidente de este país.

    b) Es muy importante fijar un plan estratégico como país, es decir un plan concreto en el que se defina el país que queremos. un Plan que todos entendamos y nos comprometamos.
    Y este plan considero debe ser sencillo y practico, no mas de una cuartilla en el que se enuncie lo que como país queremos ser.
    Y en esto usted es el hombre indicado, y no necesita ser Presidente para impulsarlo.

    Cuente conmigo cuando usted se decida a trabajar por ello.

    Jose Alberto.

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