Clouthier y yo

Jorge Castañeda

Según una nota del periódico Reforma del día de ayer, Manuel Clouthier me sugiere amistosamente impulsar las reformas legislativas necesarias y pertinentes para facilitar las candidaturas independientes en 2017 y 2018, en lugar de “estar promoviéndose”. Ya que en esta ocasión, como en tantas otras, estoy completamente de acuerdo con el Maquío, quisiera aprovechar su consejo para insistir en varios temas relacionados justamente con lo que él comenta.

Por supuesto que en cada ocasión que hablo de las candidaturas independientes —presentando mi libro o dando conferencias y entrevistas al respecto, o lo que pueda escribir con relación a este tema— no dejo de insistir en la necesidad de una nueva reforma político-electoral antes del mes de julio de 2017, que incluya como una de sus tres vertientes fundamentales cambios en la legislación relativa a las candidaturas independientes.

Tan le he dado importancia a este tema, que hace un poquito más de un año acompañé a Manuel Clouthier a la Cámara de Diputados cuando él presentó ante los medios su propia propuesta de modificaciones a la Constitución y a la legislación secundaria al respecto. He sostenido también varias conversaciones con él al respecto y hemos estado juntos en múltiples foros insistiendo en lo mismo. Dejaré a un lado en este artículo los otros dos capítulos indispensables de dicha reforma política-electoral, en mi opinión: la segunda vuelta para la elección presidencial y un nuevo esquema de comunicación política para “desespotizar” las campañas, permitir el mayor número posible de debates y eliminar el mayor número de reglamentos en materia electoral.

Ayer mismo en esta columna describí uno de los problemas que existen para todos los candidatos a cualquier cargo de elección popular, pero en particular para los independientes: los vacíos legales o las contradicciones inherentes a los reglamentos relativos a los actos anticipados de campaña.

Ayer en Colima me informó uno de mis anfitriones, en una conferencia que di en el 25 aniversario de la Coparmex de ese estado, que entre los requisitos aberrantes que existen en la legislación electoral del estado figura la obligación de que cualquier candidato independiente, después de conseguir las firmas necesarias, deberá llevar en persona a los firmantes a comparecer ante la autoridad electoral estatal para ratificar su firma. Más complicado, engorroso y prácticamente imposible… imposible.

Me he reunido en las últimas semanas con quienes fueron o trataron de ser candidatos independientes en Veracruz, Zacatecas, Durango e incluso en Colima para conocer justamente su experiencia en la materia y tratar de ver cuáles son los puntos más importantes que debería cubrir la legislación a la que se refiere Clouthier y que me parece, en efecto, indispensable.

La más obvia por supuesto es la que tiene que ver con las firmas. A nivel presidencial se requerirán aproximadamente 900 mil, desde un punto de vista estrictamente legal, pero más bien alrededor de un millón 400 mil, tomando en cuenta la merma inevitable que se padece en todo proceso de esta índole. Al mismo tiempo, todo parece indicar que el plazo de cuatro meses, actualmente en vigor para juntarlas, es más que insuficiente: casi contradice la disposición constitucional que permite las candidaturas independientes a la presidencia. De la misma manera el hecho, por ejemplo, que no se permita el uso de la FIEL para la firma, a pesar de que sí se permite para el pago de impuestos y para la obtención de la credencial del INE, es especialmente ridículo. En Puebla, los candidatos independientes en junio pasado y principalmente Ana Teresa Aranda insistieron mucho en este punto, mas no han podido avanzar demasiado por la vía jurídica.

Entonces, amigo Maquío, totalmente de acuerdo contigo. La única pregunta que me haría es a propósito del carácter aparentemente excluyente de las dos tareas: impulsar cambios legislativos hasta donde alguien que no es legislador como él pueda hacer; e impulsar una candidatura independiente en particular, la mía, a la presidencia, si decido algún día postularme. ¿No será que la mejor manera de promover reformas legislativas es siendo candidato, tanto en Sinaloa para la senaduría como lo pretende, espero con éxito Clouthier, como a la presidencia, como lo pretendemos varios posiblemente?

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