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Campanazo

Mayolo López

Reforma

“Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”, revira Ricardo Anaya en el primer mitin de su precampaña por la Presidencia.

Figura estelar de la coalición Por México al Frente, el panista queretano parte plaza como virtual único espada de ese impensable bloque opositor hasta hacía unos cuantos meses. Para asombro de muchos, el desconcierto de otros y la incredulidad de varios más.

Con su habitual atuendo –saco azul, camisa blanca y pantalón negro–, Anaya revela a la multitud apretujada en los salones del World Trade Center que la casa del ex Canciller Jorge G. Castañeda fue, en varias jornadas, un inexpugnable búnker de los frentistas en las negociaciones del Frente.

Castañeda mismo es visible en primera fila al lado de los 11 gobernadores panistas, del nuevo mandamás del PRD, Manuel Granados; de su antecesora Alejandra Barrales; de Dante Delgado, de MC; del ex alcalde Enrique Alfaro; de los perredista Guadalupe Acosta Naranjo y Cecilia Soto, y de la familia de Anaya.

“El Frente es un campanazo”, celebra Castañeda.

“Lo primero es que sí se pudo, a pesar de lo que decían los escépticos. Es un gran éxito. Yo sí pensé que esto lo iban a poder hacer. Obviamente tuve las dudas que tuvieron todos, pero el hecho es que, al lograrlo, es un campanazo. Es un golpe fenomenal, tanto al PRI como a Andrés Manuel, porque es una alternativa, ahora sí, ante estas dos opciones muy malas para México”, agrega.

Hace dos semanas, en Guadalajara, Castañeda fue parte del cónclave nocturno en las horas más aciagas de la negociación.

“Ahí como que se catalizaron varias cosas por el grupo más amplio que había, que no eran sólo ellos. Estaban Enrique Alfaro, Aguilar Camín, Luis de la Calle, María Amparo Casar, obviamente (Raúl) Padilla. El hecho de que hubiera otros bueyes, no los de siempre, ayudó también, porque escucharon otras cosas: que ya no había tiempo de enfrascarse en el tema del método”, cuenta.

En esa misma primera fila se encuentra Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial en 1994, quien negoció sin éxito, en 2000, una alianza entre el PAN y el PRD. Pero Cárdenas y Fox se fueron cada quien por su lado.

-¿Por qué no prosperó aquella alianza?

-Eran otras condiciones y otros protagonistas.

Fernández de Cevallos dice estar convencido de que Por México al Frente es “una opción seria y democrática que puede lograr un cambio pacífico y trascendente, con grandes probabilidades de éxito”.

Justo atrás del abogado están, entre otros líderes perredistas, Jesús Ortega y Jesús Zambrano; el ex candidato Juan Zepeda, la ex secretaria general Beatriz Mojica, Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán.

Anaya envía saludos a Miguel Ángel Mancera, sacrificado a final de cuentas, y reconoce al negociador Santiago Creel, visiblemente satisfecho al lado de los gobernadores del blanquiazul. El único que no desfila es el poblano Antonio Gali.

“No lo dejaron venir”, dicen en alusión a Rafael Moreno Valle.

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