El ex secretario de Relaciones Exteriores considera que se trata de un ”desquite” debido a que Luiz Inácio Lula da Silva no asistió a la Cumbre de Cambio Climático de Cancún.CIUDAD DE MÉXICO (06/ENE/2011).- Para el ex secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, la baja representación diplomática que envió México a la ceremonia de investidura de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, se trató de una venganza, porque el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió no asistir de último momento a la Cumbre de Cambio Climático que se celebró en Cancún en diciembre del año pasado.“Es probable, pero no me consta, que sea una venganza hasta cierto punto mezquina. Recordemos que Lula no vino a la Cumbre de Cambio Climático y era a quien más se esperaba, sobre todo porque sería la última conferencia de su mandato”.El pasado primero de enero tomó protesta como la primera presidenta de Brasil Dilma Rousseff y acudieron presidentes de Paraguay, Colombia, Chile, El Salvador, Uruguay, Guinea y Venezuela, asi como el príncipe de Asturias. México envió al subsecretario para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Rubén Beltrán Guerrero, quien invitó a Rousseff a visitar el país.El ex canciller en la administración de Vicente Fox no descartó en diálogo telefónico que la ausencia del Presidente Felipe Calderón o de la canciller Patricia Espinosa haya sido debido a las fechas, por lo que entendió que no haya acudido ninguno de los dos.“Creo que en estos casos siempre hay factores logísticos y personales que impiden el traslado, los brasileños siempre han tenido la costumbre de hacer la ceremonia de protesta el primero de enero, lo que dificulta las cosas para mucha gente, no es lo mismo ir desde México que ir desde Colombia, Argentina o Uruguay”.Sin embargo, también cree que es una desproporción del Presidente acudir a unas ceremonias y a otras no. “Lo que sí se debe tomar en cuenta es que hay una desproporción por parte de Felipe Calderón, porque acude a la toma de posesión de personajes como Daniel Ortega y no va a la de Dilma Rousseff en Brasil, eso es una incongruencia, pero no hay que pedirle peras al olmo, Calderón es un Presidente al que no le interesa la política exterior”.Castañeda Gutman aclara que tampoco se le debe dar tanta importancia a un hecho que no lo tiene, ya que la relación entre México y Brasil es sólida. Sobre si cree que Dilma Roussef aceptará la invitación del subsecretario Beltrán Guerrero de visitar México, dice: “Seguramente vendrá, es muy probable que cuando vaya a Estados Unidos o a la Asamblea General de las Naciones Unidas llegue México de regreso, no creo que ella a su vez vaya a vengarse por el envío de un subsecretario, por competente que este sea”.
Castañeda ve venganza de México a Brasil
