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El INE y los independientes

Jorge Castañeda

El Universal publicó antier la siguiente nota: “El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, realizó una reflexión sobre las candidaturas independientes y dijo que no hay que sobredimensionarlas. ‘Nos vamos a llevar un chasco’”, dijo. Explicó que, según él, esta figura tiene una serie de riesgos intrínsecos como la demagogia. Córdova hizo esta afirmación en un acto organizado por Nueva Alianza en la Cámara de Diputados, y dijo que los independientes pretenden dividir al mundo entre los políticos corruptos y los arcángeles puros, “eso no existe en ningún lado, salvo en las iglesias, y eso si creen en ellos” y, como ejemplo, citó a “Alberto Fujimori, en Perú; a Hugo Chávez, en Venezuela, y a Silvio Berlusconi, en Italia”. En su cuenta de Twitter, Córdova publicó ayer a las 5:12 de la tarde un video que confirma lo dicho por la fuente periodística.

Uno puede discutir tal o cual de sus afirmaciones, por ejemplo, el citar a Fujimori, a Chávez y a Berlusconi como candidatos independientes. He subrayado varias veces a propósito de los dos primeros que ambos fueron candidatos de partidos registrados o coaliciones, en 1990 y en 1999. En cuanto a Berlusconi, durante sus tres primeros periodos de gobierno en Italia, fue diputado y candidato a primer ministro por el partido Forza Italia, como es evidente en un régimen parlamentario.

Pero no se trata de tener una discusión académica sobre candidaturas independientes con Lorenzo Córdova, que sin duda conoce mucho del tema. La pregunta que uno no puede más que formularse es ¿Qué hace uno de los principales árbitros y el primer organizador de las elecciones en México descalificando a determinados contendientes? Más allá de que tenga o no la razón, o que algunos puedan estar de acuerdo con él o no, no le corresponde opinar al respecto. Él ya no es un académico; es la máxima autoridad electoral no judicial del país. Está constantemente involucrado en discusiones, recursos, fallos y reglamentos que involucran a candidaturas de partido y a candidaturas independientes. No es un empleado de los partidos; es un funcionario de los ciudadanos que debe tratar a los partidos y a los candidatos independientes en completo pie de igualdad.

Me hubiera encantado saber qué sucedería si Córdova se hubiera expresado en los mismos términos a propósito de los perredistas, los priistas, los panistas o los candidatos de Morena: se hubiera armado un escándalo monumental. No entiendo la lógica de una autoridad electoral repartiendo críticas o estrellitas a los distintos participantes en las contiendas electorales, sobre todo a menos de dos años de la elección presidencial de 2018.

El árbitro no puede, antes de dar el silbatazo de arranque del partido, dirigirse a las gradas del estadio y compartir con el “respetable” su opinión sobre los distintos jugadores, o uno de los dos equipos, comentando que Messi ya no puede, que Neymar ya no debiera pintarse el pelo, y que Luis Suárez ya no muerde a los otros jugadores. Tal vez tenga razón, pero no puede decirlo.

Me parece una locura, que por supuesto va a pasar desapercibida y sin consecuencias. Lo menos que puede hacer Córdova es retractarse y pedir una disculpa. Lo más sería que algún partido político planteara ante el INE la necesidad de su renuncia por un acto de parcialidad tan público y tan evidente, que lo inhabilita como autoridad electoral.

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