Ocho años atrás, cuando Guatemala tercerizó la gestión de parte de su corrupto sistema judicial a una agencia patrocinada por la ONU, pocos dieron al experimento muchas posibilidades de éxito.
Ocho años atrás, cuando Guatemala tercerizó la gestión de parte de su corrupto sistema judicial a una agencia patrocinada por la ONU, pocos dieron al experimento muchas posibilidades de éxito.