Propuestas listas para legislar ya

Por fin hay propuestas concretas de reforma institucional: del PAN a través del gobierno de Calderón, del PRI mediante su bancada en el Senado y del PRD vía su dirección nacional. Esto es un gran avance con relación al pasado cercano y no tan cercano. Empieza ahora el proceso de legislar y negociar entre políticos, ya no de estudiar o discutir entre académicos o supuestos especialistas. Éste es un avance enorme. Seguramente lo que saldrá no va a ser ni perfecto ni exacto como alguna de las partes quería, pero si las cosas caminan puede surgir algo muy superior a lo que tenemos.En un desplegado publicado hace un par de días, 80 mexicanos de distintas actividades, regiones y convicciones nos pronunciamos contra la Generación del No, expresión acuñada por Federico Reyes-Heroles, que se refiere no tanto a una generación en el sentido demográfico, sino a una actitud política de distintos sectores en México. Una actitud que prefiere: el statu quo que el cambio; perpetuar el presente que transformar para un futuro distinto; conservar en lugar de innovar. Se llama a los legisladores a aprobar las cinco reformas que en nuestra opinión son el meollo de la propuesta del gobierno -reelección de diputados y senadores, segunda vuelta presidencial, candidaturas independientes, iniciativas preferentes, referéndum para modificar la Constitución- ya sin más estudio o reflexión, sólo dedicando tiempo al proceso legislativo como tal. Llamamos a ello por una sencilla razón: sólo después de que esas reformas sean aprobadas podremos entrar al debate y a la reflexión entre todos sobre las otras reformas que también requiere el país, pero que no pueden ser discutidas y mucho menos realizadas en el marco institucional actual, como lo demuestran los últimos 13 años. Ese manifiesto, junto con las iniciativas presentadas por el PRI y el PRD, demuestra que existen coincidencias importantes entre el gobierno y los dos partidos de oposición. Esas coincidencias debieran reflejarse en modificaciones constitucionales y de legislación secundaria con cierta celeridad para evitar que nuevos debates, obstáculos y agravios posterguen nuevamente las reformas. Todo indica que el PRI y PAN están de acuerdo en la reelección de diputados y senadores; podría ya palomearse esa reforma, que es constitucional y que requiere de dos tercios de ambas Cámaras, y de las legislaturas estatales, o mayoría calificada que probablemente exista sólo con estos partidos. El referéndum pare ser objeto de acuerdo indirecto entre los tres partidos: a su manera la iniciativa de Calderón lo incluye y tanto el PRI como el PRD también, esa reforma también podría palomearse. Las candidaturas independientes, que no requieren modificaciones constitucionales, pero que sí requieren un cambio radical en el Cofipe, figuran en la propuesta del Ejecutivo y en la del PRD; con eso basta para sacarla adelante, y el líder del PRI en el Senado ha dicho en público estar de acuerdo con su inclusión en la legislación secundaria. Podría palomearse también. Las iniciativas preferentes parecen generar resistencia en el PRI y en el PRD; y aunque se supone que ambos -con mayor o menor razón- creen que pueden ganar en 2012, bien podrían aceptar esa reforma para facilitar la tarea de gobernar.Donde no hay acuerdo es en la segunda vuelta, en la reducción o eliminación de diputados plurinominales, la ratificación del gabinete y la revocación de mandato. Si por mí fuera, le sugeriría al Ejecutivo aceptar la ratificación parcial y acotada del gabinete y la revocación de mandato, a cambio de la segunda vuelta. Pero si estas tres no salen, pero las primeras cinco sí, vamos de gane. A menos de que los partidos estén mucho más divididos de lo que ellos creen, o que algunos quieran inventar pretextos coyunturales con mucho menor relevancia que estas reformas, podríamos ya estar en vísperas del cambio institucional que México necesita. www.jorgecastaneda.org; jorgegcastaneda@gmail.com