La democracia en la Indiareforma.com Jorge G. Castañeda25 Jun. 09 Ya que por fin se empiezan a poner de moda las candidaturas independientes en México, al grado de que hasta su principal adversario -el PRI- en voz de su dirigente más audaz, Manlio Fabio Beltrones, dice que podrán ser incluidas en la "reforma de la reforma", van algunos datos al respecto en la "democracia más grande del mundo": la India.Primero, están permitidas las candidaturas independientes o de partidos políticos no reconocidos, desde la ley electoral de 1951. Lo que es más, en el Foro de los Mercados Globales Emergentes, en el que participé esta semana en Mumbai, varios interlocutores se extrañaron que en México estuvieran prohibidas. A partir de la ley de 1951 hay tres condiciones para ser candidato independiente: estar empadronado, ya sea en las listas nominales nacionales o estatales; cada candidato deberá depositar una fianza de 10,000 rupias -unos 200 dólares-; y deberá tener la firma de 10 votantes del distrito por el que compite (recuérdese que la India es un sistema parlamentario).Cualquier candidato independiente derrotado, que obtenga menos de la 6ª parte de los votos válidos emitidos, perderá su fianza. Conviene agregar, que además de las candidaturas independientes, el registro de nuevos partidos es sólo un trámite ya que basta la firma de 100 miembros para crear un nuevo partido y el umbral para conservar el registro es de 6% de los votos. En otras palabras es fácil crear un partido, pero es más difícil mantenerlo en vida.Lo interesante es que en las elecciones de abril y mayo de este año, por un lado hubo un número elevadísimo de candidatos independientes -46% del total: un aumento de 32% sobre la elección de 2004. Según especialistas, con quienes conversé en Mumbai, la razón estriba en el hastío de muchos votantes de clase media con la corrupción, la cerrazón del sistema de partidos y la ineficacia gubernamental. Sin embargo, de los 3,150 candidatos independientes, sólo fueron electos 9 para un parlamento de más de 540 miembros. En el estado de Maharashtra al que pertenece Mumbai, resultó electo uno. Según los observadores, una de las razones principales por las que no triunfaron más candidatos independientes reside en la falta de recursos económicos con los que cuentan, a diferencia de los partidos políticos.Huelga decir que cualesquiera que sean las debilidades congénitas, intrínsecas o coyunturales de la democracia hindú, éstas no se deben a la existencia de candidaturas independientes. Por otro lado, el sistema de partidos de la India, a nivel nacional y estatal, no es precisamente débil: brincos diera el PRI de ganar elecciones como lo ha hecho el Partido del Congreso, de la Dinastía Nehru-Gandhi, desde 1947. De nuevo, conviene recordar que salvo breves intervalos, el Partido del Congreso ha gobernado la India desde su independencia, al grado que se considera que el gran beneficiario de la sorprendente victoria de la organización en las elecciones pasadas fue Rahul Gandhi, bisnieto de Nehru e hijo de Sonia Gandhi, viuda Rajiv Gandhi, asesinado en 1991. Las candidaturas independientes, piensen lo que piensen las voces conservadoras a cuyos dueños la idea genera urticaria, no pretenden ser, ni han sido en ninguna parte, sustitutivas de los partidos, ni panaceas. Son simplemente un ingrediente que permite introducir una mayor dosis de competencia en la arena electoral.Tampoco son solución milagrosa, como lo muestran los resultados en la India, a pesar del gran entusiasmo que despertaron inicialmente. En un sistema bipartidista a nivel nacional, pero con fuertes partidos regionales, como la India, la gente suele guiarse, al final, por el voto útil, sobre todo en elecciones federales. Pero al igual que en México hoy, las candidaturas independientes en la India son un aspaviento: su proliferación misma, el porcentaje de votos que obtienen y el pequeño número de ganadores sirven como señal de alarma o amortiguador del descontento ciudadano.