El 24 de noviembre pasado The New York Times publicó un largo artículo en primera plana que causó gran polémica y desconcierto en la comunidad mexicana de Nueva York. Con el título de: "En Nueva York los mexicanos se rezagan en educación", el rotativo en EU daba una serie de cifras y de explicaciones de un fenómeno hasta cierto punto misterioso: el nivel educativo de los mexicanos en la ciudad más grande de EU es significativamente inferior al de otros grupos migrantes latinoamericanos. Ya había tratado con Héctor Aguilar Camín otro aspecto de este tema en Regreso al futuro a propósito de California.Pero el caso de NY parece que es peor. La comunidad mexicana es ya la más numerosa de la zona metropolitana (Tri-State Area); probablemente sume, según varios cónsules, 750 mil. Ya superamos en número a los dominicanos, y desde hace mucho a los ecuatorianos, colombianos y peruanos que son las otras nacionalidades presentes en cantidades importantes en NY (no incluyo a los puertorriqueños porque son ciudadanos norteamericanos).De los mexicanos de entre 16 y 19 años, sólo 59% termina la prepa vs. 80% de los ecuatorianos y 92% de los dominicanos. Las cifras para los peruanos son parecidas a las de Ecuador, y las de Colombia a las de República Dominicana. De los jóvenes de 16 a 23 años, solo 6% de los mexicanos está en la universidad o termina su "college", comparado con 37% los dominicanos, 26% los ecuatorianos y un increíble 64% los chinos.¿A qué se debe este desastre educativo que reproduce el de México? Según el NYT y uno de los expertos con quien conversé, Robert Courtney Smith, profesor de sociología en CUNY, se debe a varios factores. Primero, la tasa de ilegalidad de los mexicanos es mucho mayor que la de los otros latinoamericanos. Por la frontera terrestre de México con EU, y que la comunidad mexicana es, relativamente, recién llegada. Hace 30 años casi no había mexicanos en NY. Es un hecho también que el nivel educativo y socioeconómico de los mexicanos que llegan a NY suele ser menor que el de otros lugares: cuesta más dinero venir de más lejos y el haber estado más tiempo en EU y contar con un porcentaje documentado superior eleva dicho nivel. El hecho de que gran parte de los mexicanos provenga de las zonas rurales de Puebla, Guerrero y Oaxaca también contribuye.El artículo del NYT incluye anécdotas sobre mexicanos obligados por sus padres a abandonar la escuela para trabajar, reproduciendo el patrón conocido en México. Ésta quizá sea la explicación más importante que el artículo no reseña explícitamente pero que sin duda permite entender lo que sucede. Los niños y jóvenes mexicanos de NY, nacidos en México, son hijos de padres mexicanos nacidos y educados en México. Su desempeño educativo es en buena medida función de la educación de sus padres (o de la inexistencia de la misma). El sistema educativo mexicano produce egresados cuya actitud frente a la educación es perfectamente racional y desesperante. Racional porque abandonan la escuela (en tercero de secundaria en su mayoría). Y desesperante porque creen que la educación que reciben ellos y sus hijos es buena, y no participan en ella como padres. Todo esto se reproduce en NY.No es que el sistema educativo mexicano sea peor que el dominicano, ecuatoriano, peruano o colombiano. En las pruebas PISA México (425 puntos lectura, 419 matemáticas y 416 ciencias) está casi igual que Colombia (413, 381 y 402) y por encima de Perú (370, 365 y 369). Pero las escuelas del México pobre y rural sí son peores que las escuelas de clase media baja y urbana; no hay normalistas de Guerrero en Bogotá, Guayaquil o Lima.Lo peor del caso, y quizás lo más desconcertante, es que, a sabiendas de que todo esto es así, la fuerte cantidad de profesionistas, empresarios y magnates mexicanos, que viven, trabajan o vacacionan en NY, no consideran que sea su deber ayudar a los paisanos que también viven y trabajan ahí. Pero que casi nunca tienen vacaciones.