En materia de candidaturas independientes, los últimos 10 días han generado buenas y malas. Las malas primero. El Tribunal Electoral rechazó el recurso de Manuel Clouthier para registrar su candidatura. Como se sabe, Clouthier fue al IFE a solicitar su registro, le fue negado invocándose el artículo 218 del Cofipe que estipula que sólo pueden ser candidatos quienes son postulados por partidos políticos con registro. Clouthier recurrió al TEPJF invocando el derecho constitucional a "ser votado", así como las reformas a la Constitución del año pasado que dicen que todo tribunal debe fallar en materia de derechos humanos de la manera más "garantista" posible, es decir, a favor de los derechos de los individuos.Por 4 votos contra 2 el TEPJF rechazó el recurso de Clouthier, sosteniendo que mientras las candidaturas independientes no estén explícitamente permitidas en la Constitución y en la legislación electoral, no pueden permitirse, y que "el derecho a ser votado" no significa a ser votado como candidato independiente. Mala noticia para Clouthier y para todos los partidarios de las candidaturas independientes, pero por desgracia era previsible. La reforma de 2007 dispuso que el TEPJF pueda conocer de la constitucionalidad o falta de ésta de la legislación electoral, y puede desaplicar un determinado artículo. Pero no eliminó los artículos restrictivos en el Cofipe ni en la Ley de Medios de Impugnación, y sobre todo, no cambió el espíritu del Tribunal.Mientras que en México haya instancias jurídicas separadas para resolver litigios electorales, éstas considerarán que su encomienda principal consiste en eso: vigilar y defender la estricta aplicación de la Ley electoral. La constitucionalidad de la misma, aunque puede ser considerada por las instancias jurídicas electorales, no es lo suyo. Mis abogados y amigos, Gonzalo Aguilar Zinser y Fabián Aguinaco, tuvieron razón en el 2004 en buscar abrir camino a las candidaturas independientes por medio del amparo y llevar el tema a la Suprema Corte. Santiago Corcuera tuvo razón en llevar a la Comisión y a la Corte Interamericanas el carácter violatorio del Cofipe al Pacto de San José. El TEPJF jamás fallará a favor en litigios como estos. Mientras no sea la Suprema Corte la que resuelva sobre la inconstitucionalidad de la prohibición de las candidaturas, y de la incompatibilidad de la prohibición con los tratados internacionales de los que México es parte, jurídicamente no habrá posibilidad de presentar candidaturas independientes. Lo de la SCJN, es la constitucionalidad.La buena noticia es que la otra vía, que parecía imposible hasta el 2009, a saber la legislativa, dio un paso importante esta semana. Como se recordará desde ese año Calderón mandó una iniciativa de reforma política que incluía candidaturas independientes. El Senado aprobó parte de esa reforma en 2011, pero los diputados se habían negado a hacerlo. Finalmente hace unos días, habiendo ya pasado el peligro de una candidatura independiente a la Presidencia en el 2012, fue aprobada por el pleno el 19 de abril; será devuelta al Senado para su votación, y sólo faltarán las legislaturas estatales y la publicación oficial para entrar en vigor.Ya se verá cómo queda la legislación secundaria. Pero por lo pronto "el peligro para México" que supuestamente representaban se desvaneció; las cosas terribles que iban a suceder al sistema de partidos, al financiamiento, a la pureza y el compromiso ideológico de los candidatos partidistas, a la incipiente democracia mexicana, simplemente habrán desaparecido. Los principales beneficiarios de la falta de competencia electoral, los partidos políticos, decidieron introducir una pequeña pero significativa dosis de competencia electoral. Lo hicieron gracias al voto nulo del 2009, a la insistencia de algunos funcionarios del Ejecutivo, y sobre todo de varios senadores clave. Y en una muy pequeña medida, al empeño de los que hemos impulsado esta lucha desde hace años. Lástima que no le tocó a Clouthier, o a cualquiera, haber sido candidatos independientes esta vez.