Por ahí de 2008 vi una presentación del entonces procurador general de la República. Eduardo Medina Mora se ganó al público conformado por empresarios. Utilizó una narrativa que en ese momento sonó muy convincente para explicar la violencia que iba al alza y justificar la guerra del presidente Calderón en contra del crimen organizado. Hoy, cuatro años después, puedo decir que el argumento de Medina Mora era falso.De acuerdo al procurador, el modelo del narcotráfico internacional había cambiado. Antes, los narcos sudamericanos les pagaban en dinero a los criminales mexicanos para pasar las drogas a Estados Unidos. Ahora les estaban pagando en especie. Luego entonces, los narcos nacionales tenían que colocar la droga en su mercado interno. Esto había desatado una violentísima lucha de los cárteles por controlar las plazas más rentables para el narcomenudeo. Medina Mora decía que el consumo más importante de drogas en México era la mariguana, pero afirmaba que el país tenía crecimientos muy preocupantes, a una velocidad aún mayor que en Estados Unidos, de cocaína y metanfetaminas.Recuerdo que el entonces procurador enfatizaba mucho el asunto del pago en especie a los criminales mexicanos por el lado de la oferta del negocio. Por el lado de la demanda, argumentaba que se estaba quedando más cocaína en México debido a una reducción del consumo de ese producto en Estados Unidos. Además, los mexicanos estaban demandando más drogas en la medida en que los ingresos de muchas familias en nuestro país habían crecido los últimos años. En suma, había más oferta y demanda de drogas ilegales y los narcos se estaban peleando por controlar el cada vez más apetitoso y rentable mercado mexicano.Medina Mora gozaba de una gran credibilidad. No sólo era el procurador en un momento donde todavía era popular el tema de la guerra en contra del crimen organizado lanzada por Calderón. Este funcionario había sido, además, director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Fox. Uno suponía, entonces, que tenía toda la información para sustentar esta narrativa. Pero la realidad es que era falsa. Hoy lo sabemos. Los datos demuestran, o que Medina Mora estaba equivocado o nos estaba engañando.Esta semana se publicó la última Encuesta Nacional de Adicciones 2011. Resulta que el porcentaje de la población de 12 a 65 años que ha consumido cualquier droga médica o ilegal pasó de 0.8% en 2002, a 1.4% en 2008, y 1.5% en 2010. A nivel nacional, el consumo de mariguana en 2010 fue de 1.2% de la población total y de 0.5% de cocaína.Ni un crecimiento exponencial ni un mercadazo para los narcos mexicanos. Para ponerlo comparativamente, el reporte de la encuesta muestra que, “con relación a los países de América, México se mantiene en un consumo promedio o por debajo del promedio de la mayoría de los países del continente. Así, en cuanto a la mariguana, Estados Unidos tiene el mayor consumo anual (13.7%) y en México este es de 1%, únicamente mayor que Ecuador (0.7%) y República Dominicana (0.3%). En cocaína, el mayor consumo lo tiene Argentina (2.6%) y en México el consumo es de 0.4%, situándolo en el undécimo lugar de los 15 países analizados. En cuanto a las anfetaminas, México ocupa el último lugar (0.2%), donde el mayor consumo es en El Salvador (3.3%) y en Estados Unidos (1.5%). Finalmente, México ocupa el último lugar en cuanto al consumo de éxtasis (0.1%), donde la mayor prevalencia se da en los Estados Unidos (1.4%)”.En cuanto a la comparación con países europeos, “México se encuentra entre los países de menor consumo. En el caso de la mariguana, República Checa tiene la mayor prevalencia (15.2%) y México (1%) sólo está por arriba de Moldova (0.9%) formando parte de los países con menores prevalencias. El mayor consumo de cocaína lo tiene Escocia (3.9%); México (0.4%) sólo está por arriba de Lituania (0.2%). En cuanto al consumo de anfetaminas, México mantiene el penúltimo lugar con un consumo de 0.2%, similar al de Portugal, mientras que República Checa tiene el mayor consumo con una prevalencia anual de 1.7 por ciento. Finalmente, en el consumo de éxtasis, República Checa tiene también el mayor consumo (3.6%) y México estaría en el último lugar con una prevalencia menor a 0.1%”.Los números desmienten aquella narrativa de Medina Mora. En realidad, el mercado interno mexicano es de risa loca, chiquitito, lejos de ser tan apetitoso como para agarrarse a balazos por el control de las plazas más rentables. Lo dicho: o el entonces procurador se equivocó o nos engañó. Y no es un asunto menor porque, con esa narrativa, justificaba una guerra que ha dejado miles de muertos durante este sexenio.