La iniciativa de ley para reducir los riesgos y regular el uso de la cannabis presentada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, significa un paso de gran trascendencia para nuestra ciudad, para México y para América Latina, para avanzar en la búsqueda de un mejor equilibrio entre las responsabilidades del Estado y las de los ciudadanos.Separar el mercado de la marihuana de las demás drogas tiene sentido desde el punto de vista de los daños a la salud. Sólo así se evitará seguir tratando a quienes deciden consumirla como si fueran delincuentes. Las cárceles son para los narcotraficantes, para los secuestradores, para los homicidas y los rateros, pero no para los que fuman marihuana; y nuestras cárceles, lamentablemente, están llenas de éstos últimos, de donde salen con más probabilidades de volverse verdaderos delincuentes de las que tenían cuando ingresaron.Desde hace algún tiempo, hemos insistido en la necesidad de despenalizar diversos eslabones en la cadena de la marihuana. Afirmamos que sin ser una panacea, la despenalización puede contribuir a disminuir la violencia y a reducir las rentas extraordinarias de los cárteles de la droga. Modificaría el paradigma mexicano y mundial al respecto.Como bien lo establece la iniciativa de ley, una cosa es el narcomenudeo y otra, muy diferente, el consumo personal. El enfoque prohibicionista, cuyo fracaso es inobjetable, debe ser sustituido por un enfoque de salud pública que incluya una vigorosa campaña de prevención y educación dirigida sobre todo a los jóvenes.Aprobar la iniciativa de ley mencionada, abre para la ciudad de México nuevas perspectivas en materia de seguridad, de salud y derechos humanos; y nos permite avanzar hacia una regulación más responsable y eficaz.Bienvenida la iniciativa que coloca a la Ciudad de México de nuevo a la vanguardia de las capitales.Héctor Aguilar Camín Pedro Aspe Jorge Castañeda Juan Ramón de la Fuente Fernando Gómez MontAngeles MastrettaBernardo MinkowMario MolinaMaria Elena Morera