Castañeda: Sísifo en Tlatelolco

Castañeda: Sísifo en TlatelolcoJulián Andrade La política es un oficio despiadado, pero a la vez gratificante. Jorge Castañeda, en Amarres perros, nos cuenta su vida y lo hace bastante bien.Acomete una empresa que se explica por su propio carácter: Da cuenta puntual de logros y fracasos, en su paso por la izquierda mexicana y en el ejercicio del poder, como canciller en el gabinete de Vicente Fox, quien sacó al PRI de Los Pinos.Una de las tareas que Castañeda se propuso, desde joven, consistió en impulsar un cambio profundo en el sistema político mexicano.La oportunidad de ello nunca la tuvo como militante del Partido Comunista, ni como simpatizante de las causas emancipadoras en Centroamérica, pero sí en el tortuoso camino de las urnas y los votos.Para nada fue un proceso sencillo, y le tocó palpar la derrota con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.Desde esa coyuntura logró impulsar una corriente de pensamiento que tuvo como horizonte la democratización en su sentido más amplio.A Castañeda hay que reconocerle, entre otras cosas, que supo ver que la única forma de derrotar al PRI en el 2000 sería la de promover una especie de referéndum, logrando aglutinar a millones de voluntades. Era una condición necesaria, aunque no suficiente para una gran transformación.Castañeda, como secretario de Relaciones Exteriores, sacudió a la diplomacia mexicana, “donde la mayoría de los funcionarios no se compromete ni siquiera con el clima”, y puso en el centro de su proyecto a la cultura “porque ha sido nuestra mejor carta de presentación en el mundo”.Logró que México ocupara, después de 20 años, un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU y lo hizo con el apoyo de Hugo Chávez.Promovió los derechos humanos, asumiendo la mirada y la crítica externa, lo que no fue sencillo ante estructuras que confunden la defensa del país con la perpetuación de las arbitrariedades.Pero en la diplomacia, como en la vida, irrumpe el mito de Sísifo y siempre que estamos cerca de llegar a la cima, hay que volver a empezar.Amarres perros es un ejercicio importante, que sirve para entender diversos momentos históricos desde la perspectiva de uno de sus actores relevantes.El texto tiene muchas velocidades, pero el recuento del foxismo da pistas de por qué ocurrió lo que ocurrió y sobre todo explica las causas de lo que no se pudo realizar.La autobiografía de Castañeda es, además, un ensayo bien escrito, que recompensará a quien le hinque el diente, como suele decirse.julian.andrade@razon.com.mxTwitter: @jandradej

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