JORGE G. CASTAÑEDA | POLÍTICO Y EXCANCILLER MEXICANO“Uno no se pelea con los cubanos; ellos deciden cuándo” El polémico intelectual mexicano presenta su autobiografía ‘Amarres Perros’Sobre la mesa de café de Jorge G. Castañeda (Ciudad de México, 1953) se encuentra una pila de libros de la revolución cubana y una vieja cajetilla de cigarros de colores gastados que dice Che. El biógrafo de Ernesto Guevara ha escrito otra biografía, la suya.Amarres perros es un extenso relato (630 páginas, Alfaguara) para explicar una vida llena de curiosidad intelectual y ambición por el poder. Desde las desventuras de un joven comunista hasta los días en el gabinete de Vicente Fox, donde Castañeda fue canciller (de 2000 a 2003) y pieza clave en el primer Gobierno de transición en México. A él se le debe un viraje en la política exterior. Muchos lo culpan del enfriamiento en las relaciones entre México y Cuba que, a pesar de los esfuerzos del PRI, no ha vuelto a ser lo que era.Pregunta. Usted trató de que la cancillería fuera más pragmática y menos hipócrita. ¿Qué ha quedado de eso?Respuesta. Muy poco. Hay cosas que hubieran podido quedar, más allá de las diferencias políticas, pero por la ineptitud o la desidia de los sucesores, o la falta de interés, no se hizo gran cosa. El ejemplo más obvio es la política cultural. Lo de derechos humanos cayó muchísimo, sobre todo con el PRI. No les interesa. La hipocresía le encanta a los priístas. Y a Felipe Calderón también. Esa idiotez de echar la culpa a los gringos porque venden armas es un reclamo muy hipócrita porque él sabía que no era cierto. Sabía que no había ninguna correlación entre la venta de armas y el aumento de la violencia.P. ¿Qué tanto ha cambiado la relación de México con Cuba con el regreso del PRI?La hipocresía le encanta a los priístas. Y a Felipe Calderón también.R. Calderón trató de ser amigo de los cubanos, pero ellos lo trataron con la punta del pie. Lo extraño es que el PRI también está siendo muy maltratado. Peña hizo la Cumbre Iberoamericana en un momento muy difícil. Y Raúl no solo no viene,sino que organiza que sus neocolonias tampoco vengan. No viene Maduro, no viene Ortega, no viene Evo y el salvadoreño se regresa a los dos minutos. Y resulta que no solo no los toman en cuenta en la negociación entre EE UU y Cuba, sino que lo hicieron a través de Canadá, con un Gobierno hostil a La Habana. Lo que trato de explicar en el libro es que uno no se pelea con los cubanos, ellos deciden cuándo se pelean contigo. Y si ellos decidieron pelearse, te jodiste.P. ¿Suele anteponer los ideales a las amistades? Le pasó con Gabriel García Márquez.R. Estoy seguro de que fue por Cuba. Me hizo una chingadera al publicar un artículo de muy pocos amigos en mi contra en una revista suya. Tenía todo el derecho, pero yo tenía todo el derecho de no dejarla pasar.P. ¿Cree que la política exterior mexicana debe tener más peso?R. Debe ser mucho más activa. México es un país muy insular con una clase política tremendamente provinciana.P. Llama la atención que diga que no quería ser diplomático.R. Buscaba el cargo, pero no porque me gustara la diplomacia. No es mi estilo. No tolero las cenas de Estado o con los colegas de otros países, sobre todo cuando te toca la esposa del canciller de Paraguay… era para pegarse un tiro. No tengo de qué hablar con ella. El small talk a mí no se me da.P. Usted pidió al presidente Fox que lo sacara de la cancillería. Quería hacerse visible para ser candidato a la presidencia.Peña Nieto tiene la piezas, pero no la foto del rompecabezasR. El cargo al que podía aspirar con mayor facilidad era ese. Me resultaba accesible porque no había nadie ni remotamente cercano a Fox que tuviera las relaciones en el mundo que tenía yo. A los otros cargos que me interesaban, Gobernación y Educación, la verdad es que era difícil.P. ¿Pudo haber sido un buen secretario de Educación pese a su cercanía con Elba Esther Gordillo?R. Creo que algo hubiera podido hacer que la gente que estuvo ahí no hizo. Ahora tenemos este desastre completo. Nos quedamos como el perro del hortelano. Sin Elba y sin reforma educativa. Lo que hay es un chiste. No ha pasado nada ni va a pasar.P. ¿Considera que Gordillo debería estar en libertad?R. Con relación a los cargos que la acusan, sí. Se van a cumplir dos años y los dirigentes del sindicato no han querido ir a comparecer por el supuesto caso de lavado de dinero. Lo mismo pasa con la evasión fiscal. No pueden acusarte de ello antes de hacerte una auditoría, y la fiscalía no la ha presentado. En un país normal estaría en la calle. Eso no quiere decir que no pueda haber otros cargos.En un país normal, Elba Esther Gordillo estaría en la calle P. ¿Ha pecado de protagonismo?R. Sí, sobre todo en un país donde es mal visto decir, figurar, contradecir y confrontar.P. ¿Descarta su regreso a la política?R. Yo creo que sí. Debe haber un candidato independiente a la presidencia en 2018. No yo, gente joven, fresca y con más energía.P. ¿Lo limita la edad?R. No sé si soy demasiado radiactivo para mucha gente, tóxico como se dice ahora.P. Peña Nieto ha tratado de ser pragmático, ¿qué opina de su Gobierno?R. Los dos años de Peña prometían mucho y ahora estamos en el peor momento desde 1994. Su problema es que quiso ser un gran reformador apoyándose en y trabajando con las fuerzas más conservadoras del país. Incluyendo a los más ratas. Tiene todas las partes del rompecabezas, pero no tiene la foto que viene en la caja. Si lo arma saldrá algo muy bonito, pero no sabe cómo ponerlas.http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/31/actualidad/1419982371_882222.html