Tuve el privilegio de leer la primera versión antes de que los originales se mandaran a la imprenta, de la muy temprana autobiografía de Jorge G. Castañeda, Amarres Perros, Alfaguara, 2014. En la medida que avanzaba en la lectura me daba cuenta de que tenía en mis manos un libro original, novedoso y realmente interesante.La figura de Jorge, como lo dice su hermana Marina en el prólogo, “siempre impacta, para bien o para mal, por su forma de ser, de pensar y expresarse. A veces lo queremos, a veces no lo soportamos, pero nunca deja de intrigarnos”. La personalidad de Jorge ha sido, es y seguirá siendo controvertida.La cita del rabino Yehuda Brandwein, que Jorge elige para iniciar su autobiografía, describe bien lo que piensa de la vida y cómo actuar frente a ella y los demás: “Cuando un hombre sin enemigos parte de este mundo hacia el siguiente, el Creador sabe inmediatamente que esa persona ha desperdiciado su vida”.Un primer elemento a destacar, en las más de 600 páginas que tiene el texto, es que están bien escritas. El estilo es ágil, conciso, directo y muy claro a pesar de la gran información que se ofrece. Hay un esfuerzo por economizar las palabras y en pocas líneas decir mucho, lo que revela un trabajo cuidadoso.El tono coloquial, que se mantiene a lo largo de la obra, resulta muy atractivo. La vivacidad y frescura del texto crece en los momentos que se da cuenta de la vida más personal e íntima. En la historia y la autobiografía, la manera en la que se narran los eventos constituye parte del contenido. La escritura implica una interpretación de los hechos. Esta es una historia bien articulada y contada.Jorge encuentra una manera inteligente y novedosa para contar su vida y en la narración establece una dialéctica permanente entre su carácter de protagonista, para inmediatamente después situarse como testigo de lo que ocurre. Su biografía, su historia personal, le permite abordar la historia más amplia de la que es parte y en la que, de una u otra forma, está inmerso.Así, en la presentación de los hechos, en esa su condición privilegiada de protagonista-testigo, da información valiosa y en casos inédita que ofrece claves desconocidas para tratar de entender fragmentos de la historia. De esos hechos y también de los personajes que intervienen en ellos ofrece una crítica aguda y bien argumentada. Se puede o no coincidir con ella, pero él arriesga y se compromete con sus puntos de vista.El texto es honesto y Jorge de manera abierta, sin tapujos, dice lo que sucede en su entorno y también lo que piensa. Se tiene siempre la sensación de estar frente a datos verdaderos y ante una realidad en la que no se esconde nada, pero al mismo tiempo se es elegante y respetuoso en el manejo de la información más íntima.La autobiografía da cuenta de un Jorge desconocido, que es el de la infancia y juventud. En unos cuantos brochazos describe la “esencia” de sus padres y la relación que mantiene con ellos. El texto expresa de manera abierta el respeto, la admiración y cariño que les tiene. Habla también de su relación con sus hermanos Andrés y Marina. Queda claro la importancia que su familia tuvo en su formación.En lo personal me sorprendió y conmovió el retrato que hace de su madre y la relación cercana que mantiene con ella. Y también el retrato de su padre, del que destaca su honradez en sus años en el servicio público. De manera elegante aborda el distanciamiento de sus padres que termina en el divorcio. La enfermedad de su madre y después la de su padre y el impacto que sus muertes tienen en su vida.Los amigos de la adolescencia del barrio de Actipan, contiguo a la casa familiar de la colonia Del Valle, con los que convive intensamente y que al día de hoy, 45 años después, todavía frecuenta. El texto deja ver, una y otra vez, que para Jorge la amistad es un valor fundamental.El Jorge de los años de formación en la universidad de Princeton y su tesis de licenciatura. El traslado a París, para hacer el doctorado. Su ingreso al Partido Comunista Francés (PCF) y la elaboración de la tesis doctoral. El regreso a México, donde continúa su militancia comunista, y la entrada a la UNAM como profesor. La salida del Partido Comunista Mexicano (PCM).En los años ochenta, la política exterior de México y su relación con Estados Unidos y Centroamérica. El papel de la cancillería en la década de los ochenta. La relación de Jorge con Centroamérica en especial con la Nicaragua sandinista, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador y el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) de Guatemala. La reflexión sobre la historia moderna de América Latina y el papel que juega los Estados Unidos.El Jorge compañero y padre, su relación con Javiera y Carlos, los hijos de Miriam, que adopta como suyos, y con Jorge Andrés, el hijo de ambos. El traslado de la familia a vivir a Washington y el “resumen-saldo” de esos años, para después regresar a México.Un análisis inteligente y original de la campaña electoral de 1988. La cerrazón del candidato Carlos Salinas y su grupo para reconocer el crecimiento de Cuauhtémoc Cárdenas. La relación de Jorge con Salinas y con Cárdenas. La revelación de hechos desconocidos. La decisión, bien descrita y razonada, de no militar en el PRD. La reflexión sobre la izquierda en el país y América Latina y el trabajo conjunto con Roberto Mangabeira.Su postura frente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el análisis de los efectos del mismo. La postura persecutoria del presidente Salinas, que lo empequeñece, y el triste papel del mexicanólogo Wayne A. Cornelius. Los encuentros y relación con José Córdova. Jorge ofrece sus razones, para no incorporarse en 1994, a la segunda campaña presidencial de Cárdenas. Es un análisis sugerente.Su ingreso al mundo académico de los Estados Unidos y de manera abierta, muy poco usual en los personajes públicos, comenta cómo y de dónde obtiene sus recursos para vivir, que se componen del ingreso que recibe como académico, sus artículos y conferencias. La explicación de sus finanzas da cuenta de una manera de vida en la que no falta nada, pero tampoco hay lujos o gastos excesivos. Habla también del valor de la honradez aprendida de su padre.En diversos capítulos, siempre en relación con la temática que trata, propone ideas que ha planteado en sus diversos libros. La síntesis que hace de sus planteamientos va al punto. En diversas ocasiones dice que cosas que había advertido con anterioridad terminaron dándose, aunque en su momento nadie le hizo caso, o que algunas de sus propuestas ahora se han hecho realidad. Seguramente a más de uno esto le habla de un hombre arrogante y pagado de sí mismo. Mi lectura es que esas anotaciones sólo registran hechos.Es interesante como aborda la campaña presidencial de Vicente Fox. Ofrece datos novedosos y claves para entender lo que sucedió. Ubica el papel que jugó en la misma y destaca el trabajo que realizó en el exterior, para posicionar en esos mundos a la figura del candidato. Resulta revelador cómo se gestó y operó la campaña del voto útil.Jorge se extiende sobre su paso por la cancillería y ofrece información desconocida. De manera detallada da cuenta de las distintas reacciones que hubo en torno a su nombramiento como canciller. Presenta de manera muy clara el proyecto de trabajo que discute con el Presidente, donde los derechos humanos y la promoción de la cultura de México en el exterior juegan un papel central. Da amplias razones, argumenta muy bien, por qué el centro de la política exterior con Estados Unidos va a ser el tema migratorio. En distintas partes del texto describe su relación con el gobierno cubano, pero abunda en ella, con mucha claridad, en su época de canciller de la República. Hay una propuesta para cambiar el tipo de relación que habían mantenido los gobiernos priistas. Pienso que sus argumentos son sólidos. Se puede estar o no de acuerdo con él, pero hay que discutirle con otras sólidas razones y no con generalidades.El texto desmitologiza la figura de Fidel Castro y ofrece datos claves y poco conocidos, para entender la relación del gobierno de Fox y La Habana. Se ofrece una fuerte y acertada crítica del régimen cubano. Una vez más, como otras muchos temas a lo largo del texto, las posiciones de Jorge son polémicas pero razonadas. No se le puede sólo descalificar con un adjetivo o insulto. Hay que discutirle con argumentos. Jorge hace un análisis sintético, bien descrito, de su paso por el gobierno. Plantea de manera abierta y desencarnada por qué deja la cancillería. Trasmite con intensidad el carácter personal de la decisión. Expone cómo vivió su cargo y cuál piensa fue su aporte al gobierno de Fox.Explica su decisión de presentarse como candidato independiente a la presidencia de la República. El recorrido por el país. El desconocimiento de su candidatura por las autoridades electorales y el caso sobre lo mismo que presenta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado Mexicano, que finalmente gana.A Jorge sus actividades académicas y políticas le han permitido interactuar con una gran cantidad de personajes en México y el mundo. De algunos de ellos hace retratos muy personales, en algunos casos críticos, como el de Gabriel García Márquez y en otros elogiosos como los de Regis Debray, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Colin Powell, Elba Esther Gordillo y sobre todo de Adolfo Aguilar Zínser, en la que describe su intensa y estrecha relación y da cuenta de la dolorosa ruptura.Un episodio fuerte, que Jorge trata de manera abierta, es la relación con Aguilar Zinser, ya como representante de México en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hay una amplia explicación de la posición del gobierno de Fox en el caso de Irak y su negativa de avalar la guerra como quieren los Estados Unidos. Se ofrece información desconocida y queda muy clara cuál era la posición del entonces secretario de Relaciones Exteriores.A lo largo del libro Jorge utiliza muy bien, es una buena selección, diversos textos. Expone de manera sintética, siempre vienen al caso, las tesis centrales de los libros que ha publicado, pero también recurre a artículos y cartas. Esa documentación da fuerza a lo que dice y ubica los hechos y la discusión en su momento histórico.El último capítulo pienso que es el más personal, es un buen remate del libro. Habla del padre, del hombre que sabe lo que quiere, que goza y disfruta de la vida. Considero que es la parte del libro que con más claridad y profundidad dice quién es Jorge G. Castañeda, más allá de lo que ha hecho, dicho o escrito.En su historia reconoce siempre lo que han aportado los demás y les da crédito. En el texto nunca regatea nada a nadie. Jorge y yo nos conocemos desde 1980 y a lo largo de esos años siempre hemos mantenido la relación. Él en el texto da cuenta de algunos de esos momentos; de los años de la guerrilla, del gobierno de Fox, de los tres libros que hemos escrito juntos.Jorge en el recuento de su historia es autocrítico y en más de una ocasión acepta haberse equivocado. Plantea