Si uno se atuviera a las impresiones de la ciudad de hierro desierta, con los aparadores tapeados y las avenidas vuelto peatonales, concluiría que Nueva York, la capital del capitalismo, ha sufrido un golpe mortal con el coronavirus y la crisis económica. No hay tiendas, restoranes, bares, hoteles, ni siquiera hotdogs, pretzels y comida halal en las esquinas. Los parques… Seguir leyendo De visita