Las relaciones entre México y Estados Unidos revisten la doble peculiaridad de ser siempre buenas, es decir, institucionales, estables y multifacéticas, y de encerrar casi siempre tensiones de un tipo o de otro.
Las relaciones entre México y Estados Unidos revisten la doble peculiaridad de ser siempre buenas, es decir, institucionales, estables y multifacéticas, y de encerrar casi siempre tensiones de un tipo o de otro.