Cualquiera que sea el desenlace del drama hondureño, desde ahora podemos sacar por lo menos tres lecciones preliminares. Dos de ellas son buenas noticias; la tercera es de lamentarse.
Cualquiera que sea el desenlace del drama hondureño, desde ahora podemos sacar por lo menos tres lecciones preliminares. Dos de ellas son buenas noticias; la tercera es de lamentarse.