Hay pocas cosas tan odiosas como los consejos o advertencias que la comentocracia le destina a los gobernantes, por lo menos en México. Cuando hay un presidente que le interesa -o quiere dar la impresión de que le interesa- lo que periodistas, analistas, académicos o columnistas piensan, los busca y escucha su opinión. Cuando no… Seguir leyendo Con bravuconadas no se arregla el tiradero