No es que uno quiera repetir la famosa respuesta de Zhou Enlai a André Malraux en los años sesenta cuando el escritor le preguntó al Primer Ministro chino qué opinión le merecía la revolución francesa: “es demasiado pronto para tener una opinión”.
No es que uno quiera repetir la famosa respuesta de Zhou Enlai a André Malraux en los años sesenta cuando el escritor le preguntó al Primer Ministro chino qué opinión le merecía la revolución francesa: “es demasiado pronto para tener una opinión”.