La decisión de Standard & Poor’s de cambiar de estable a negativa la perspectiva de la nota crediticia de México no es un golpe demoledor a las finanzas del país, pero sí es un dato desalentador.
La decisión de Standard & Poor’s de cambiar de estable a negativa la perspectiva de la nota crediticia de México no es un golpe demoledor a las finanzas del país, pero sí es un dato desalentador.