Hay dos razones fundamentales para leer la obra Amarres Perros de Jorge G. Castañeda. La primera, porque de alguna manera expresa y retrata íntimamente los sucesos en materia de política interna-externa de México de los últimos 40 años desde el ángulo de un protagonista cercano a los grupos de poder; la segunda, porque lejos de ser una simple autobiografía, se trata en realidad de un relato abierto y sin tapujos de cómo se ve el poder desde el poder mismo, en otras palabras, desde una tribuna privilegiada como la de Jorge G. Castañeda. Explico. La primera razón radica en conocer de viva voz una serie de sucesos importantes para la política interna y externa contemporánea de México. Sobran los ejemplos en el libro. Desde los detalles e intrigas de cómo se llevaron a cabo muchas negociaciones con políticos y empresarios mexicanos, hasta su influencia en asuntos globales o regionales como los acuerdos de pacificación en las guerras de Centroamérica, especialmente en la de El Salvador en la década de 1980, pasando por la creación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) que acogió a más de 90 mil guatemaltecos que huían de la “guerra civil”; o su relación de odio-amor con Fidel Castro (y sus operadores políticos en la región), Gabriel García Marques y Carlos Fuentes. Otros ejemplos es su influencia directa en las decisiones que su padre tomaba en asuntos tan delicados cuando se desempeñaba como canciller. Un caso fue la acogida del Shah de Irán a finales de la década de 1970 y posterior prohibición de su reentrada a México luego de un viaje que hizo para atenderse de una enfermedad terminal en Estados Unidos, lo que desencadenó la crisis de los rehenes de la embajada de Estados Unidos en Teherán. Castañeda describe como obsoleta y fuera de contexto a la diplomacia mexicana, a la cual le dio otra personalidad y carácter modificándola en tan solo 3 años con su llegada en el año 2000 como titular de la Secretaria de Relaciones Exteriores. Dejó a un lado los principios básicos de la misma generando así, un sin número de conflictos internacionales (Cuba y Venezuela son solo dos ejemplos) ya conocidos. Cabe mencionar que algunos de estos conflictos tardaron una administración y lo que va de la actual para solucionarse y de esta forma recomponer la relación con los países afectados. Parecería, según se aprecia en el libro, que la historia reciente de la diplomacia mexicana no estaría completa sin la presencia Castañeda padre, y posteriormente de Castañeda hijo. La segunda razón para leer el texto recae en la lógica en la que “ellos” entienden el poder, es decir, cómo se gesta, desarrolla y reproduce partiendo ya sea un cargo público, como el del padre por medio de distintos puestos en la cancillería, o de los beneficios que este le dio abriéndole la puerta para su formación académica y profesional (cosmopolita) en el extranjero primero, y al acceso a círculos de poder y personalidades de primer nivel en la política, economía y literatura a nivel internacional después. Castañeda en sus memorias deja claro un principio de la “real politk”: no hay nada más importante que el poder. Muestra de ello es su abandono del cargo de canciller en el año 2003 para dar paso a la búsqueda de una candidatura presidencial independiente, lo cual, si bien abrió un camino para que esto fuera posible en las próximas elecciones en México, no deja de describir su esencia como un animal político por naturaleza. Amarres Perros es pues, un libro bien escrito y entretenido que además de los relatos personales (amorosos y familiares), nos dan la pauta para comprender en su perfecta dimensión su realidad mestiza (judeo-cristiana) y su perfil pragmático en materia ideológica (de ser un militante comunista, acabó trabajando para un partido de derecha). Además de ello, nos permiten entender la visión de un hombre como Castañeda que si bien no representa la totalidad de la elite política mexicana, si caracteriza a un buen número de personajes que día a día marcan el destino de México ya sea a través de sus opiniones (comentocracia) en los medios masivos de comunicación o por el lobby capaz de poner en practica para un fin en específico (propio o de otros). Cierro parafraseando al mismo Castañeda tratando de ilustrar sus aspiraciones políticas: no pasó el balón ni el jugador, sin embargo, nada está escrito de manera definitiva en el libreto de la tragicomedia conocida como “la política mexicana”. Al tiempo.