Nadie discute que los flujos migratorios constituyen el gran excluido de la globalización. no por su inexistencia, o carácter supuestamente indeseable: quienes exaltan la libre circulación de bienes y servicios, de flujos financieros, de ideas y de información por el mundo entero, se resisten a sostener las mismas tesis sobre las corrientes migratorias, principal pero no únicamente de sur a norte, o a ponerles tantas condiciones o trabas que buscan en los hechos restringirla.