Esta semana Reforma publicó que la Administración Federal de Servicios Educativos del DF anunció un programa de jornada ampliada en 600 primarias de la capital. En lugar de que los niños vayan de 8 a 12 y media; a partir de agosto irán de 8 a 2 y media en 7% de las escuelas primarias del DF -de las 8,537 que hay. Se ha hecho algo por el estilo en otras 1,614 primarias en el resto del país -de las 213,812. Es decir, a más de tres años del sexenio, la SEP decidió hacer en un porcentaje ínfimo de las primarias parte de la reforma educativa que muchos decimos es la más importante de todas.Los argumentos que justifican la jornada ampliada (que no completa que sería de 8 horas y ésta es de 6.5 hrs) son los mismos usados por sus partidarios desde hace años. Primero, porque 4 y media simplemente no alcanzan. Es cierto que si no se usan bien las horas adicionales de poco sirve. Pero no se pueden aprovechar ni bien ni mal si no existen. En segundo lugar, se ha dicho que esto asegura que los niños estén en la escuela hasta la tarde, en lugar de estar solos en la casa o en la calle; además les garantiza la comida en la escuela, financiada por los padres a un precio muy bajo. Así se ha hecho en las 300 y pico primarias del DF que desde el sexenio de Zedillo, siendo subsecretario Benjamín González Roaro, adoptaron la jornada de 8 horas en la escuela.Además, se aduce que al permanecer los niños en la escuela más tiempo permite a los papás, y sobre todo a las mamás que trabajan (ya más del 40%), que lo puedan hacer sin tener que preocuparse de lo que estarán haciendo sus hijos. Por último, las horas adicionales serán dedicadas, en el caso de este proyecto piloto del DF, a computación, inglés, al arte o el dibujo, lo que en efecto es el mejor destino que podría tener ese tiempo adicional en la escuela.Ahora bien, esto se puede empezar a hacer -se supone que antes no se podía- porque empezó a caer la matrícula en el país. En México desciende rápidamente el número de niños en edad de primaria, y por tanto se puede suprimir el turno vespertino en muchas primarias para dedicar las aulas vacías a esta jornada ampliada. Todos estos argumentos que se han usado a favor de la jornada completa desde la época de González Roaro, los hemos tenido otros desde hace por lo menos seis años (ver mi libro Somos Muchos: ideas para el mañana, 2004). El SNTE sostiene que siempre ha estado a favor de la jornada completa, y que incluso es parte de la Alianza por la Calidad Educativa. Sin duda así es, pero este apoyo es meramente formal ya que ni el sindicato ni su lideresa han hecho de ésta la máxima prioridad de la reforma en educación primaria. Respaldar esta propuesta entre otras 20, 50 o 100 es como no hacerlo, pues se requieren cambios muy importantes, sobre todo para los maestros que tienen doble plaza o doble turno y que en realidad es uno solo pagado al doble y para complementar el bajo ingreso de un turno. Sin el sindicato de maestros no se puede hacer la jornada completa; y hasta ahora no ha sido la prioridad del magisterio.Qué bueno que por fin después de 10 años de inacción -y de una muy limitada acción en el sexenio de Zedillo- ya empiece a cambiar el enfoque sobre este tema. Qué lástima que sea tan poquito, y tan tarde en el sexenio. Y qué lástima que esto no se vea acompañado de la otra medida fundamental, como hemos dicho varias veces en estas páginas: darle una computadora básica a cada niño para que la use en la escuela y en su casa; para que tenga conectividad; para que pueda incluir los libros de texto gratuitos como un Kindle o iPad, y no tener que imprimir millones de libros cada año, ni que los tengan que cargar en la mochila entre otros beneficios. Esto es lo que hizo el gobierno de Tabaré en Uruguay con las XO de OLPC y que Calderón festejó allá, pero que a todas luces no parecería ser útil ni necesario en México. Y luego nos quejamos de la educación que reciben los niños en México. www.jorgecastaneda.org; jorgegcastaneda@gmail.com
Medidas educativas más ambiciosas
