Al cumplirse cuatro años de guerra contra el crimen organizado, conocemos con cierta precisión algunos costos: poco más de 30 mil muertos y 40 mil millones de dólares de gasto adicional en seguridad. Pero otros son difíciles de calcular. Por ejemplo, en materia de turismo e inversión extranjera directa (IED), no es fácil determinar si las variaciones son por la guerra, la recesión en Estados Unidos, o por otros factores de pérdida de competitividad. Y tampoco podemos, fácilmente, realizar el ejercicio contrafactual: cómo le hubiera ido al país sin guerra para así saber con cierta certeza el costo de oportunidad.Lo que sí tenemos son unos datos que conviene poner sobre la mesa, sobre todo en un momento en que parece se quieren dar cifras maquilladas. En turismo, si comparamos los primeros nueve meses de 2008, 2009 y 2010 (usando el dato más amplio de turismo: viajeros fronterizos; viajeros fronterizos y viajeros al interior, ambos con pernocta, según Banxico), en 2008 -año previo a la recesión mundial- llegaron a México 70.5 millones de viajeros; en 2009 -en plena recesión-, 66.8 millones; y en 2010, 64.8 millones. En otras palabras, aún no recuperamos los niveles de 2008 y estamos todavía por debajo de año terribilis de 2009. En materia de ingresos por turismo, con 9 mil millones de USD en 2010 ya pasamos los 8.5 de 2009, pero seguimos más de 10% debajo de 2008 que fueron 10.4 mil millones. Si nos vamos a la frontera, la zona más afectada por la guerra, y contamos viajeros fronterizos del día y con pernocta -sólo para los primeros nueve meses de cada año-, en 2010 estamos en 55 millones, por debajo de los 58 millones de 2009 y de los 60 millones de 2008. En materia de ingresos tampoco hemos recuperado, ni mucho menos, el nivel de 2008 o siquiera de 2009: 1.9 mil millones de USD en 2010 vs. 2.5 mil millones en 2008.Ahora bien, si usamos los totales más convencionales de turismo, el número de turistas fuera de la zona fronteriza, vemos la misma evolución. Para enero-septiembre de 2010 llegamos a 9.6 millones de turistas y 7 mil millones de USD, menos que en 2008 con 10 millones de turistas y 7.8 mil millones de USD; aunque más que 2009 con 8.5 millones de turistas y 6.4 mil millones de USD. No queda más remedio que concluir que no sólo el turismo no ha crecido, sino que no ha recuperado los niveles de 2008, e incluso en la mayoría de los indicadores está debajo de 2009. Insisto: es difícil saber qué hubiera sucedido sin guerra, o si esta merma se debe, por ejemplo, a la baja competitividad del producto turístico mexicano. Pero sí contamos con un dato relevante: el total de viajeros estadounidenses al resto del mundo bajó 4% en 2009 respecto a 2008, pero en el primer semestre de 2010 -viajes vía aérea- ya se recuperó en 4.5%. En otras palabras: nuestro principal mercado ya está viajando como antes o incluso un poco más que hace dos años, pero no a México.El caso de la inversión extranjera es prácticamente el mismo. Durante el primer semestre de 2008, según Banxico, ingresaron al país 13.8 mil millones de USD. En 2009, la cifra se desplomó a 9.5 mil millones, caída de 30%. En 2010, aparentemente, remontamos buena parte de esa caída, llegando a 12.2 mil millones de dólares: menos que en 2008, pero ya bastante más que en el año pasado. El problema es que de esos 12.2 mil millones de dólares, 7 mil millones, o 60%, son la compra "one time only" de FEMSA por Heineken. Si revisamos con ese dato la cifra, estaríamos muy por debajo de 2009, con sólo 5 mil millones de USD. De nuevo, no sabemos a ciencia cierta a qué atribuir esta caída, pero sí consta que en 2010 la inversión extranjera directa repuntó en el mundo y en América Latina. Ojalá no se busque disimular estos números, como parece suceder con la encuesta sobre violencia secuestrada por el INEGI al ICESI. Y ojalá sirvan estos datos, y otros datos, para profundizar en la indispensable discusión sobre los costos de la guerra.www.jorgecastaneda.org; jorgegcastaneda@gmail.com
Costo de guerra en IED y turismo
