¿Qué le parece que Raúl Castro asuma la presidencia de la Celac?En esta región, los gobiernos se han autoimpuesto obligaciones democráticas para participar en estos foros. Eximir de este prerrequisito a Cuba y distinguir a su actual dictador como el líder de la Celac me parece un grave error.Son los países miembros los que eligieron a Cuba como presidente pro témpore.Es evidente que no les importa el totalitarismo de ese régimen. Con esta elección están abandonando compromisos colectivos en derechos humanos y libertades públicas que se han venido perfeccionando en las últimas décadas en el hemisferio, pero que se vacían de contenido.¿Usted es de los que creen que Cuba no puede participar de ningún organismo regional?Creo que Cuba puede participar en organismos técnicos, pero al elegir a su gobernante de facto en la presidencia de la Celac, se legitima el statu quo en Cuba y se le ofrece cero incentivo para transitar a un sistema democrático con amplio ejercicio de las libertades públicas.¿Usted no cree en la Celac?Una asociación de estados regional (sin presupuesto, sede, tratado, personal), cuya razón de ser es reunirse una vez al año sin Estados Unidos ni Canadá, y que ahora está presidida por el presidente de Cuba, cuesta tomarla en serio.El gobierno paraguayo acusó no haber sido invitado a la cumbre de Santiago, pese a que la Cancillería chilena negó este hecho.Es un excelente ejemplo del doble rasero que se ha impuesto en la región.