El ex presidente parece dispuesto a ser su propio biógrafo, a falta de mejores opciones. Felipe Calderón Hinojosa ha sostenido diversas reuniones con interlocutores diferentes, en su refugio de Harvard. Todos ellos han escuchado un encendido argumento con el cual el ex mandatario rechaza ser responsable de la violencia protagonizada durante su gobierno por grupos criminales. "No debe hablarse de los muertos de Calderón", les dice, y responsabiliza al politólogo Jorge Castañeda de la tesis contraria. Según el michoacano, su gestión no potenció, sino que acotó el número de víctimas de las mafias. Y tiene otro argumento: "Si Enrique Peña Nieto ‘compra’ tal señalamiento, al final lo enfrentará también".