Hace poco me preguntó Pepe Carreño si continuaba siendo amigo del Güero; respondí que sí, aunque por ello había algunos que me condenaban; me dijo “eres reo de lesa amistad”. El Güero dice que es leyenda negra eso de que se pelea con todos.Lo cierto es que Jorge Castañeda despierta muchas envidias disfrazadas de discrepancias. Su estilo directo algunos lo consideran rudo o simplemente mamón.Conozco al Güero desde hace casi 40 años. Recién llegado de París y novato en el PCM lo propuse e ingresó al Comité Seccional Universitario de ese partido semiclandestino. Desde ahí emprendimos muchas aventuras. La principal fue la creación de la corriente renovadora, los renos, que aspiraba a realizar una serie de cambios entonces considerados heréticos: que el PCM fuese plural ideológicamente, que se asumiera como democrático, que rompiera con Moscú y considerara a su bloque en crisis y también al marxismo, que su dirección se eligiese por voto universal y se integrara proporcionalmente, además de comprometerse con las minorías étnicas, de género y demás denominadas culturales. Nada del otro mundo. Simple y llanamente poner en la tierra al PC. Obviamente perdimos con los dinosaurios (la dirección del PCM), como lo relata el Güero en su libro. A la postre fue el primer desamarre que le conocí. Se fue de la casa como niño berrinchudo.En su libro Amarres perros cuenta mucho y bien de lo vivido en las élites nacionales y mundiales.Creo que el desamarre con el comandante nos lo debe. Más acá del comes y te vas, por qué pasó de ser su consentido a ser reprochado “por qué esa cara de enojado Güero”.Algo pasó.El Güero ha metido sus narices por todas partes, casi siempre del lado bueno de la historia y otras no tanto.Para muchos fanáticos del castrismo es un agente de la CIA. No queda tan claro cómo le hace para también haber condenado el golpe contra Chávez, cuando era secretario de Relaciones Exteriores de Fox, inmejorable oportunidad para deshacerse del pajarito que manda mensajes al presidente Maduro desde ultratumba. Tampoco cómo anduvo promoviendo la enchilada completa para acabar con la ilegalidad de los millones de migrantes en gringolandia, menos cuadra su oposición al TLC. A lo mejor son otros de sus desamarres.Pensé que iba a tener un desamarre con él cuando se integró tempranamente a la campaña de Vicente Fox. En cuanto me percaté junto con otros cuates que el gato con botas era el único que le podía ganar al PRI, le propusimos (al gato) firmar los acuerdos que habían elaborado juntos el mismo gato, el PAN, el PRD y otros de la chiquillería. No hubo desamarre con el Güero pero si con la izquierda perredista y anexas, que no me lo perdonan hasta la fecha.Dentro del equipo de Fox el Güero no supo liderar a los que procedíamos de las izquierdas.Eso no lo cuenta bien en su libro. Quizá porque ese es un problema del Güero: no sabe hacer trabajo colectivo, para bien y para mal, no solo de él mismo, sino de las causas que emprende. Es prima donna.Es un cuate que conmigo siempre está presente en mis buenas y sobre todo en mis malas.Su libro tiene pasajes inéditos, sugiero el del final de la página 326. En torno a CCS y CSdeG.
Los desamarres del “Güero”
