Horacio González Los amarres de CastañedaEl Sol de Zacatecas2 de enero de 2015 "Cuando un hombre sin enemigos parte de este mundo hacia el siguiente, el Creador sabe inmediatamente que esa persona ha desperdiciado su vida"… Rabino Yehuda BrandweinInicio mi colaboración justamente citando la apertura de un texto altamente recomendable y sin concesiones; Amarres Perros de Jorge G. Castañeda, una autobiografía(Alfaguara 2014), en donde el exsecretario de Relaciones Exteriores no deja títere sin cabeza y nos recuerda que la política es un oficio despiadado, pero a la vez gratificante.A lo largo de 613 páginas Castañeda habla de todo lo que ha sido su vida; sus padres y la manera en que rompían en los años cincuenta las tradiciones de una sociedad que se resistía a abrirse a nuevas formas, ofrece sin miramientos su visión de hechos significativos de nuestra historia reciente pasando por personajes tan peculiares como Vicente Fox, tan enigmáticos como Elba Esther Gordillo, tan maravillosos como Carlos Fuentes, tan legendarios como Cuauhtémoc Cárdenas, tan emblemáticos como Carlos Salinas o tan íntimos como Adela Micha.Su hermana, Marina realiza el prólogo del texto y éste advierte: "Jorge siempre impacta, para bien o para mal, por su forma de ser, de pensar y de expresarse. A veces lo queremos, a veces no lo soportamos, pero nunca deja de intrigarnos. El solo hecho de mirarlo vivir en sus múltiples actividades e incansable análisis del mundo es asistir a un espectáculo permanente".Y no se equivoca, Castañeda es todo un personaje que se inventa a sí mismo. Lo conocí en 2012 en un evento de campaña en Polanco. Coordinaba el excanciller un grupo de intelectuales en donde además no podía faltar Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Cecilia Soto, Juan Ramón de la Fuente, entre otros; era su necesidad imperante el micrófono y llevar la voz cantante, mantener el control del evento y liderar hasta para la hora de ir al baño.En el libro imperdible no se mide en reconocer fracasos y exaltar sus aciertos; con exactitud inglesa recuerda hechos cronológicamente (aunque en el texto recurra a apoyos como rewind o fast forward que recorre tiempos y hechos) y con verdadero humor agrega que en tres palabras ha estado por pragmático, por demócrata y por caliente.Señala el autor que su problema siempre ha sido el timingya que se equivoca en el momento de tener razón. A largo de su lectura, se puede encontrar uno con verdaderas joyas como en donde señala a propósito de su cercanía con Fox que su mayor aportación en el 2000 fue de haberle infundido al candidato cierta confianza en sí mismo y que aunque ya la tenía, el innegable provincialismo de Fox hacía necesario apoyarse en su experiencia y en su deseo principal de lograr el cambio democrático que justamente en ese año electoral se consumó, aunque de manera personal considero que fue una transición que no necesariamente se le puede etiquetar como un movimiento definitivo a la democracia plena.Si en estos días de descanso puede usted echarse un clavado a este libro, le aseguro gratos momentos de humor, de revelaciones bajo la óptima en ocasiones soberbia pero con una constante, la brillantez de mente de un hombre que aspiró también a ser presidente de México.Ése es finalmente Jorge Castañeda y sus innegables amarres perros.Mi correo electrónico horacio.gonzalez3333@gmail.comMi cuenta en twitter @horaciogonza