Lo sano, sacar los trapos al sol

Milenio
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Tendremos que esperar días o semanas para saber si los alegatos sobre las propiedades de la familia Murat en EU, incluidos en la serie de The New York Times sobre “Torres Secretas”, dedicada a las compras inmobiliarias de magnates o personajes políticos del mundo en Manhattan, son ciertos o no. Hasta ahora las versiones de José y Alejandro Murat, si bien refutan el espíritu del reportaje, no difieren mucho de los hechos reseñados. La diferencia estriba en que argumentan que las propiedades vinculadas a su nombre pertenecen a familiares. Los Murat dicen que eso fue por razones financieras; el NYT que fue para encubrir la compra.Los reportajes se centran en un punto: no existe en EU la regulación, el compliance y la vigilancia en materia de inversiones, bienes raíces, que sí existen para inversiones en bolsa, cuentas de banco, etcétera. No hubo intento del diario, que lleva más de un año trabajando en esta serie, de golpear al PRI, a Peña Nieto, o a México. Solo ilustrar su tesis con ejemplos.Pero lo que más interesa en México, que si los Murat tienen o no esas casas, o que si el ex gobernador Fidel Herrera también posee un condominio de gran lujo, es otra cosa. Rascándole, dedicándole tiempo, recursos y perseverancia, se encuentran cosas: puede ser legal o ilegal, de acuerdo con leyes mexicanas o del tercer país; moral o inmoral, de acuerdo con los criterios de hoy, o los usos y costumbres de antes; aceptable o no según la coyuntura mexicana: normalidad o crisis.Buscando se encuentra. Se lo propuse a Fox en abril y junio de 2001, no quiso: ni que México investigara ni que contratara una empresa internacional. Quizá se deba al mal sabor de boca que dejó en la sociedad mexicana el último intento: cuando López Portillo le encargó a mi amigo Fausto Zapata la caza de los sacadólares después de la devaluación del 82. No supe qué encontró; sí recuerdo el precio que pagó JLP. Sin embargo, que no lo haga el gobierno no justifica que los medios, los partidos de oposición y el Congreso tampoco lo hagan. Si no, ya vimos que medios internacionales, o reguladores financieros bancarios de gobiernos de EU, Francia, Suiza e Inglaterra, en el caso de HSBC México y HSBC Suiza, lo harán. ¿De veras queremos que sean ellos los que saquen nuestros trapitos al sol?

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