¿Y la foto?

Con su acostumbrada perspicacia, Joaquín López-Dóriga ha subrayado una peculiaridad extraña en el comportamiento de López Obrador a partir de la tragedia de Acapulco. Toma nota de que aparentemente el presidente ha viajado a Acapulco en tres ocasiones desde que Otis destruyó el puerto, pero que no se ha visto ninguna foto de él en Acapulco.

El Ejército y Acapulco

Como cualquier desastre natural, o incluso la guerra, la destrucción de Acapulco por el huracán Otis suscita innumerables casos de desinformación, acusaciones, sospechas, rumores, y múltiples ejemplos de irresponsabilidad o heroísmo. Sólo el tiempo, los ciudadanos, los medios y, en su caso —muy remoto—, el Congreso, podrán separar la paja del trigo y darnos una idea más precisa de qué es lo que exactamente sucedió y por qué.