El pasado 10 de agosto se venció el plazo que el Congreso se dio hace un año para aprobar la legislación secundaria sobre las candidaturas independientes. Dicha legislación debe reglamentar la modificación del artículo 35 de la Constitución que autorizó esas candidaturas. Que el Congreso en México tenga su propio reloj y horario no es nuevo; el plazo se puede extender indefinidamente porque no hay consecuencias por incumplirlo. No obstante, el magistrado Manuel González, integrante del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, afirmó el 11 de agosto que si el Congreso seguía incurriendo en esa omisión legislativa el Tribunal podría establecer los lineamientos para que la figura de las candidaturas independientes rigiera en las elecciones por venir.Quienes llevamos más de 10 años luchando por las candidaturas sin partido, o independientes, o ciudadanas (hacer del término un litigio es infantil) siempre hemos sostenido que si bien a nivel presidencial una candidatura independiente puede revestir un gran interés al colocar temas a debate que candidatos "viables" inevitablemente callan, donde realmente este esquema introduce una mayor dosis de competencia en la arena electoral es a escala local y estatal. En México hay eleccio- nes municipales o para gobiernos y legislaturas estatales cada cinco minutos; el que no se disponga del marco jurídico federal y de los códigos electorales de los estados para que ya puedan presentarse candidatos independientes a presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y gobernadores de los estados es una manera retorcida pero eficaz de burlar tanto la intención del Congreso como los sentimientos de la opinión pública según las encuestas, y los distintos litigios jurídicos nacionales e internacionales que se han dado en estos años.Ahora bien, pareciera que ya está agendada la aprobación de las leyes reglamentarias federales para las candidaturas independientes para el periodo extraordinario del 21 al 23 de agosto, tanto de diputados como senadores. Como no se sabe a ciencia cierta qué van a discutir los legisladores en ese periodo, ni si estarán listos los dictámenes, por ejemplo en esta materia, ni siquiera si ambas Cámaras tendrán la misma agenda, o incluso si realmente habrá periodo extraordinario, es imposible saber si todo esto va suceder. De no ser así, el asunto se pasaría al periodo ordinario que empieza el 1o. de septiembre y la legislación puede aprobarse algún día en el muy lejano futuro. En ese caso seguiría vigente en los hechos la prohibición mexicana a las candidaturas independientes.Han circulado versiones tanto en la prensa y en los pasillos de las Cámaras como en la iniciativa que reforma el Cofipe presentada el 24 de julio de 2013 por senadores del PAN y PRD, que ya hay un acuerdo sobre los tres puntos más importantes de esta legislación: el número de firmas necesario para inscribir una candidatura independiente, que sería 0.13% del padrón de la entidad en cuestión (República, estado, municipio, o distrito electoral federal o estatal); acceso a financiamiento (una parte indexado al porcentaje del voto que obtuvo el candidato de menor votación en los comicios anteriores); y acceso a medios (una fórmula semejante cuyo detalle desconozco). Se calcula que para inscribir una candidatura independiente a la Presidencia se necesitarían 240,000 firmas, una cantidad accesible.Si esto sucede en el periodo extraordinario, habrá culminado lo que en mi caso y en el de los abogados Gonzalo Aguilar Zinser, Fabián Aguinaco y Santiago Corcuera ha sido un proceso, en el que nos han acompañado muchos amigos, frustrante, arduo y al final gratificante. Habrá tardado más de lo que yo esperaba; se habrá consumado por una vía algo retorcida; pero al fin lo que se decía que no era factible ni deseable, se habrá impuesto. El tiempo nos dio gusto y, a la mejor, hasta la razón.