¿Es la corrupción, estúpidos?

En algún momento las campañas de Ricardo Anaya y José Antonio Meade se verán obligadas a incluir una mayor dosis de sustancia en sus pronunciamientos de oratoria o mediáticos.

La lana de los partidos

Quienes hemos sostenido desde hace años que el monto –no el hecho per se– del financiamiento público de los partidos políticos es un verdadero insulto, no podemos más que congratularnos del hecho de que, de repente, se vuelva una consigna y causa de la sociedad civil más o menos organizada.