Siempre he pensado que la marca sobresaliente de este gobierno es la incompetencia. Podríamos encontrar muchas más: el autoritarismo, la ideología trasnochada de los años setenta, el provincialismo exacerbado, la apelación constante a los peores sentimientos y atributos, que al igual que todos los pueblos, el mexicano también los tiene. Pero no, es la ineptitud.