¿Qué hará Dante, y que harán sus amigos?

Sucedió lo que tenía que suceder. En un proceso diseñado para que ganara Sheinbaum, ganó Sheinbaum. Los demás le alzaron la mano, salvo Ebrard, que como claramente lo dibujó Paco Calderón, recurrió al clásico camachazo. Pataleó, criticó el proceso que él mismo contribuyó a armar, y veremos de aquí al lunes si pasa algo más.

La bola de nieve y la elección de Estado

Ya arrancó la campaña presidencial de la candidata de la oposición, y pasado mañana arrancará la de la candidata del gobierno. Lo primero que debe quedarle claro a todo el mundo es que no se trata de una contienda entre dos figuras simétricas: Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Para nada. Henos aquí ante una competencia entre una coalición opositora con una figura que la encabeza, y el Estado mexicano.

De las gelatinas al aspiracionismo

Quiero suponer que todo saldrá bien para el Frente. De una manera u otra —prefiero aquella que implica llevar el proceso hasta su culminación el domingo— para el 3 de septiembre habrá candidata competitiva; los demás, todos, le alzarán la mano a Xóchitl y comenzará una nueva etapa en la sucesión presidencial de 2024.

¿De quién son los degollados?

La barbarie exhibida en el video de Lagos de Moreno obliga a afirmar una barbaridad innegable. López Obrador tiene razón: la culpa es de Calderón. Lo cual no lo exculpa de mostrar una falta de empatía casi inhumana, ni de burlarse de la tragedia, ni de haber perpetuado la guerra de Calderón.

Partidos y candidatura: ¿qué hacer?

Llevo veinte años pensando —y de vez en cuando, actuando— para que gente sin partido pueda participar en la arena electoral mexicana. El instrumento idóneo, en mi opinión, consistió en las candidaturas independientes, es decir, la posibilidad de que personas sin partido pudieran figurar en diversas boletas electorales.