¿De quién son los degollados?

La barbarie exhibida en el video de Lagos de Moreno obliga a afirmar una barbaridad innegable. López Obrador tiene razón: la culpa es de Calderón. Lo cual no lo exculpa de mostrar una falta de empatía casi inhumana, ni de burlarse de la tragedia, ni de haber perpetuado la guerra de Calderón.

Partidos y candidatura: ¿qué hacer?

Llevo veinte años pensando —y de vez en cuando, actuando— para que gente sin partido pueda participar en la arena electoral mexicana. El instrumento idóneo, en mi opinión, consistió en las candidaturas independientes, es decir, la posibilidad de que personas sin partido pudieran figurar en diversas boletas electorales.

La guerra de los libros de texto

Siempre he pensado que la marca sobresaliente de este gobierno es la incompetencia. Podríamos encontrar muchas más: el autoritarismo, la ideología trasnochada de los años setenta, el provincialismo exacerbado, la apelación constante a los peores sentimientos y atributos, que al igual que todos los pueblos, el mexicano también los tiene. Pero no, es la ineptitud.

El desafuero de Xóchitl

El proceso de judicialización de una ofensiva política contra Xóchitl Gálvez, descrito minuciosamente por Aguilar Camín ayer en Milenio, incluye un corolario indispensable. A diferencia de Rosario Robles, de Ricardo Anaya, de Jorge Lavalle y otros, Gálvez tiene fuero.